No soy un rey, carezco de tierra
o vasallaje. Tampoco poseo castillos
ni las doncellas se rinden a pies.
Sin embargo, no importa, porque tú
al igual que yo, no tienes sangre real,
jamás has deseado ser princesa o
reina. No te gustan los palacios y te
sientes incómoda teniendo gente
a tu cargo.
Mi bella y onírica fémina podemos ser
felices sin culpas, amarnos hasta más allá
del fin de esta era.
Texto agregado el 13-10-2016, y leído por 223
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
13-10-2016
Una original manera de ver las cosas junto a tu doncella, bien. Saludos desde Iquqiue Chile. vejete_rockero-48
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