Esa niña tiene los ojos ocupados
por miles de ilusiones desgarradas.
Van sus hermosos pies descalzos
tras un corazón que le dijo adiós.
Ya solo responde a la tristeza
y comenta que no quiere ser feliz.
Pide que le dejen guardar el recuerdo
que atesora en una rosa ya marchita.
Hundida en su silencio indolente,
sentada entre dos paredes blancas,
se deja llevar por el negro cuervo
del dolor y el desamor en los atardeceres.
Texto agregado el 12-10-2016, y leído por 156
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Lectores Opinan
12-10-2016
Esa niña ya recuperara...hermosa escritura,gracias por compartir reina