Princesa de tierras lejanas, regente de otras latitudes, embajadora de buena voluntad, ¿Qué te trae a estas tierras agrestes y pintorescas?; aquí no hay albricias ni caudales, nada que explotar o descubrir, todo es apacible, frugal y austero.
Aquí no hay regente, nobles o milicia –no es necesario- se vive en libertad, sin murallas, atalayas o castillos; las fronteras son claras y marcadas pero no hay conscriptos que las cuiden, su sola aspereza desalienta y el escarpado paisaje no motiva.
Las tierras son prietas, cardos, abrojos y sotos ocultan escasos y ubérrimos rincones lejanos a la vista del viandante, pero nada que amerite tu periplo.
¡Princesa!... aquí la monarquía fue ferozmente derrocada sin posibilidad alguna de retorno, se acogen las personas más no las dinastías pues se venera la autocracia.
¿Qué buscas, que pretendes encontrar?, solo a los locales les agrada la prosaica forma en que se vive, solo hay planicies valles y montañas hasta donde la vista alcanza.
No hay castillo, monarquía o reino… ¿Qué te trae a estas tierras agrestes y pintorescas?, mucho por conocer nada por cambiar.
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