Por un camino.


Por un camino de tierra voy,
junto a mi perro regalón entre
cerezos en flor y grandes
naranjos. Sigo y sigo, me encuentro
con ríos y los atravieso solícito. Sus
aguas me refrescan los pies, su color
celeste me obnubilan. Continuo con
mi andar hasta llegar al pueblo, la
gente sale a mi encuentro, felices.

Han pasado años desde la última
vez que recorrí sus calles y visité sus
cantinas. Sin embargo, nada importa
más que caer rendido a tus brazos.
Todavía recuerdo tus besos y caricias,
tu perfume a fresa. Me observas desde
frontis de tu casa, sonríes, yo te devuelvo
la sonrisa.

Hay certeza, el amor aun brota en nuestros
corazones, y la eterna felicidad en nuestras
almas. Nos tomamos de las manos, por
siempre juntos.