OTROS DÍAS.



Ese hombre de los venturosos días,
No es ni la sombra de quien esto escribe;
Es alguien que en su realidad vive,
Inmerso en miles dudas y agonías.


Me parece tan remoto y lejano
Aquel tiempo de solaz y descanso,
Con mi fiel perro de talante manso,
Echado a los pies, lamiendo mi mano.


No veía nubes en el futuro,
Tan vasto,tan limpio y prometedor;
Seres queridos a mi alrededor,
Me guardaban como protector muro.


Hoy,cuando todos ellos han partido,
No encuentro un hombro para reclinarme;
Me tienda un pañuelo para enjugarme
Las lágrimas del corazón herido.