Si me habla de libertad, seré yo quien haga con MI vida y MI libertad lo que me plazca.

Si me habla de aspiraciones en la vida, soy yo quien decide lo que quiero hacer y me hace más feliz.

¿Qué insinúa?, ¿que sino hago lo que USTED considera valioso no estoy aprovechando mi vida?...

¡Deje de mirarse tanto el ombligo qué se le va a caer! No está todo el Universo girando en torno a USTED y sus preferencias.

Yo no estoy para llenar sus carencias, no estoy para luchar sus luchas y no estoy para ser la mano de obra de sus propósitos.

Es muy simple... si usted considera que cierta ruta es la correcta, ¡adelante! no espere que otros le sigan para recorrerla.

No crea que yo aspiro a ser USTED, no crea que lloro en mi habitación anhelando intercambiar papeles.

Si en este mundo todos fueran abogados, estaríamos todos muertos.

La gracia de la vida es la variedad. Cosa que no entra en una dura y torpe cabeza.

No hay mucha diferencia entre alguien que ama recibirle con la mesa limpia y llena de cosas exquisitas que alguien que le salva la vida.

Ambos están haciendo aquello que aman y les hace felices.

¡Déjeme sonreír si usted cree que esas cosas simples las hace cualquiera!, ¡pues hágalas!, no contrate a la señora de la limpieza, ni a la que le lava y le limpia, ni al gásfiter, ni al electricista, ni al mecánicio, eduque a sus hijos, repare usted la casa, reemplace al jardinero, haga usted el trabajo de su empresa, no compre sus alimentos ¡cultívelos!

Y después nos cuenta si no les merece respeto esa gente que con todo cariño y gusto por lo que hacen, hacen todo eso para usted.

Porque en este mundo necesitamos de soñadores, de creativos y osados pero también necesitamos del gran talento de quienes son capaces de hacer esos sueños una realidad.

Sus nociones de "casta" sólo evidencian su miopía, pues no hay ningún proyecto en papel que haya cobrado vida por sí mismo.

Ni nada compara la inteligencia y la sutileza de los detalles de alguien que conoce su oficio.