EL LADO OSCURO DE LAS EMPRESAS DEL COLONIZADOR CARLOS CASADO DE ALISAL EN EL CHACO PARAGUAYO
En la década de 1880 el Empresario español Carlos Casado de Alisal expande sus negocios a la República del Paraguay. En las ciudades de Rosario (Santa Fe/Argentina) y en Asunción (Paraguay), Casado fundó y registró la "Compañía de Tierras Hispano- Paraguaya Limitada", cuyo objetivo era la explotación del quebracho y el tanino. En 1886 compró al gobierno paraguayo unas 2.879 leguas cuadradas (unos 6.710.000 de hectáreas) en el Chaco Occidental, ricas en madera de quebracho y tanino para las curtiembres, situadas frente al Alto Paraguay. La legislación de la época dividía el territorio chaqueño en lotes, prohibiendo a los empresarios la adquisición de fracciones contiguas. Los documentos de compra se firmaron en Londres y, en los hechos, Casado hizo caso omiso de la ley, con conocimiento del gobierno paraguayo. Utilizó los servicios de unos quince comisionistas, intermediarios y testaferros, haciendo posible que en cuatro meses del año 1886 alcanzara la posesión de las extensas tierras chaqueñas. Casado del Alisal era dueño de varios latifundios en Argentina. El gobierno paraguayo autorizó la empresa el 3 de mayo de 1890 y exoneró a Casado del pago de los impuestos fiscales y de exportación durante diez años. Una ley del 28 de agosto de 1891 amplió los beneficios de la concesión a la libre introducción de accesorios y útiles para hacer funcionar sus la fábricas. Allí estableció su industria maderera basada en la explotación del quebracho, produciendo durmientes para el tendido de vías ferroviarias y tanino, creándose con ella la población de Puerto Casado (posteriormente llamada La Victoria), situada a 674 km al norte de Asunción, a orillas del Río Paraguay. Transformó el Chaco Boreal en una de las zonas productoras y exportadoras de tanino más importes en el mundo. Transporte de camiones del Ejército paraguayo por medio del Ferrocarril Casado, durante la Guerra del Chaco Llegó a tener su propio ferrocarril en esas tierras. Durante la Guerra del Chaco entre Paraguay y Bolivia (1932-1935), los soldados paraguayos utilizaron ese ferrocarril privado, controlado por los descendientes de Carlos Casado del Alisal, para desplazarse en el Chaco Boreal desde el Puerto Casado. Casado llegó a ser el mayor terrateniente privado del mundo. Sólo le superaban en extensión las propiedades del Zar Nicolás II de Rusia, dueño “por decreto o por derecho divino” de toda Siberia. Casado volvió a la República Argentina, donde vivió durante cuatro años más. Al estallar la segunda y definitiva guerra de Cuba, Casado y toda la colectividad española- se organizaron para ayudar s u madre patria, alistando voluntario y juntando dinero para la compara de buques de guerra, adoptándo el lema "Todo por la patria y para la patria todo".
La compra de más de 5 millones de hectáreas al Paraguay por parte de Carlos Casado de Alisal, incluía también a todos los indígenas de distintas etnias que habitaban esa amplia zona.
Ellos fueron los principales afectados por el modelo económico implementado en la zona desde fines del siglo XIX, muchos fueron asesinados o esclavizados por las empresas tanineras o establecimientos ganaderos que se establecían en la Region Occidental de Paraguay, entre ellas las de Carlos Casado de Alisal.
Fueron nefastas las políticas de integración aplicadas por las empresas de este “benefactor “del Paraguay y Argentina, ya que al reclutarlos forzosamente como hacheros en condiciones mísera -bles, donde a las excesivas horas de trabajo, la mala alimentación se sumaron el alcoholismo, y enfermedades contagiosas que hicieron estragos entre ellos. Además los obligaron a abandonar sus costumbres tribales y sus idiomas originarios. El algunos lugares se establecieron misioneros anglicanos, salesianos y más adelante comunidades menonitas, brazos religiosos de los terratenientes e inversores “Que amansaban y civilizaban a los indios para que trabajaran en los obrajes”
Las distintas etnias fueron principalmente los Sanapanás, (enlhet,enxet, enenlhet) maskoy , angaite , guaná entre otras.
En un viaje de reconocimiento a la zona donde luego extenderían el ferrocarril, uno de los mejores amigos y hombre de confianza de Carlos Casado de Alisal, el Ingeniero Ignacio Firmat, en el año 1879, hizo dibujos y tomo apuntes sobre la vida de los aborígenes de la zona.
Estas enormes empresas que tal como ocurrió en la Argentina con La Forestal, tenían sus propios almacenes, donde obligaban a comprar a los hacheros, emitían su propia moneda y establecían sus propias leyes, donde los capangas con sus látigos no permitían el descanso de los trabajadores.
La suma de todos estos hechos hizo que la población indígena disminuyera drásticamente, llegando incluso a la desaparición de algunas de las etnias antes mencionadas.
Agustín Secreto
Este resumen está basado en la obra de la profesora e historiadora Gabriela Dalla Corte Caballero
De su libro Lealtades Firmes Redes de Sociabilidad y Empresas “La Carlos Casado S.A.-1860-1940
|