Vengo a repatriar las gamuzas
esas... que quedaron tendidas sobre el balcón
junto a las macetas de geranios
esas, que a nadie le importan.
Esas, que fueran la elegancia y brillo
de ese setiembre de antaño
cuando compartían lugar con el florero
de la entrada,
que juntos hacían voltear la vista
a los visitantes de la casa.
Allí quedaron en las fotos en sepia
de cuando se les veía bien juntos,
pero hoy en día él esta rajado y
ella esta roída por la humedad.
Vine a dejarles en otro lugar
donde no llegue el olvido
donde la memoria les guarde
donde queden en paz.
Texto agregado el 08-10-2016, y leído por 244
visitantes. (5 votos)