Yo deseo tus ojos tentadores para mirarlos en mis noches frías, nadando en sus aguas tan oscuras figurando que tú, lo haces en las mías. Yo deseo hundirme en tu regazo mientras estas dormido en mis brazos, tentarte a correr entre labios ardientes encontrado tu sabor de boca en boca Luego el clamor de tus pupilas brillantes el deseo surgiendo entre amantes dormidos aun entre los brazos ambos calmados y sedientos por otro tanto. He de morir temblando en la agonía de saberte mío por siempre mío, aunque el destino nos separe ahora viviremos enteramente en nuestro iris… Alessandrini María del Rosario
Texto agregado el 08-10-2016, y leído por 225 visitantes. (6 votos)