Lo único que quiero es regresar a donde estábamos, a donde nos quedamos. En algún momento, en algún lugar; en un pequeño lapso todo cambio. Tu risa dejo de ser sincera y tu mirada dejo de expresar amor. Tus caricias dejaron de ser dulces y tus manos se alejaron de mí al poco tiempo después.

Mi corazón dejó de latir tan fuerte como motor de algún tren al escucharte venir y mis labios…
Es mentira, aun te desean, mis labios te extrañan, mi corazón sigue latiendo con solo oír tu llamada. Mis rodillas tiemblan y mi nerviosismo sigue siendo exactamente el mismo desde la primera vez que te vi.

Tal vez sean alucinaciones de un orate, pero la locura es más real que la misma realidad, cuando la vida es tan gris como el concreto.

Extraño tus saludos, besos abrazos y hasta bromas pesadas. Anhelo verte una vez más, aunque sea unos segundos. Quiero cargarte en mis piernas, mientras te acurrucas en mi pecho y un dulce beso de protección en la frente te doy.

Solo unos días han transcurrido y ya torpezas he cometido. Solo unas horas han pasado y, pues, ya loco estoy.