Te olvidarás de mí de mis besos fervorosos y esa asquerosa melaza que brotaba por mis poros tan solo mirarte. Te olvidarás de mí, de ese joven incauto al que sedujiste con tus malas artes y condenaste a un siglo de oscuridad y malaventuranza. Es curioso yo pensé que me amabas y jamás sospeché que sería la antesala al pabellón de fusilamiento.
Texto agregado el 05-10-2016, y leído por 115 visitantes. (1 voto)