No es que el mundo
haya perdido su dulzura,
es que los que lo
habitan se marchitaron.
No es que el sol no se encumbre
tras las montañas, es que no se
percatan.
No es que no brillen las estrellas
al anochecer, es que no observan
los cielos. No es que no exista
esperanza, es que han bajado los
brazos.
Se han rendido, han desfallecido.
Texto agregado el 04-10-2016, y leído por 164
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
05-10-2016
La realidad atropella la razón y aturde al corazón, que no sea así.***** lagunita
04-10-2016
estamos en la declinación que corresponde a todo tiempo que junto con envejecer se convierte en nuevo... poetadelpuerto
04-10-2016
Tu pesimista visión no deja de ser validada por la realidad pero aun hay esperanza. Así lo creo. Un texto muy bien escrito. -ZEPOL
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