Por un ruin triángulo, o mejor,
por una elipse ecuatorial
el ogro de un millón de ojos,
manos y pelos echa un vistazo.
En la base de una grieta larga y muda
los cascos de la bestia perforan el pavimento.
Alguien se desgarra en sollozos.
Una cobija y una almohada
cubren la cabeza del mediocre.
El esperpento sonríe.
Texto agregado el 04-10-2016, y leído por 252
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Lectores Opinan
04-10-2016
Si, la relectura era necesaria y el apoyo de los cometarios, muy buenos. jdp
04-10-2016
Interesante, muy bien escrito. No comprendo el mensaje aún, pero me gusta. jdp