Religiones, formas de ver la ciencia, maneras de sobrevivir y maneras de ver la felicidad; todo va en un mismo paquete. En esta tormenta, en la que vivimos, las personas hablan y hablan y no pueden detenerse. Mentiras, son las palabras que salen de muchos hombres y mujeres que estafan promoviendo un mundo mejor en el que todos vivimos en paz.

La historia de la humanidad es cíclica y los hipócritas generalmente tienen mucho poder, pues pueden votar en las diferentes elecciones que se realizan en cada país. Los ignorantes y los hipócritas siempre son la mayoría, es por eso que es indispensable imponer la autoridad de muchas maneras como debe ser y como lo he pensado.
Los ignorantes no sólo son ignorantes de sí mismos, son ignorantes de todo cuanto les rodea, de la literatura, la música, de todo. Son muchos los ignorantes, y no es fácil contarlos, pues están muy distribuidos por todo el territorio global. Los hipócritas son desinteresados de la literatura, la música y lo restante, sólo quieren ser parte del montón, para no quedar mal, para no causar molestias y así permanecen siempre en la sombra sin que casi nadie se fije en ninguna de sus características humanas.

Los hipócritas, la gran masa de la sociedad, que se deja llevar por instintos salvajes y primitivos no merecen estar más en la sociedad, deben salir, es una ley de la naturaleza que deban salir. Cada uno debe cumplir con un objetivo, pero los hipócritas e ignorantes no me dejan, me estorban y no sé muy bien como deshacerme de ellos. La ignorancia es un mal muy extendido por todo el globo terráqueo, pero eso siempre llega a un fin, cuando se hace insoportable, y en este caso debería suceder lo mismo; la ignorancia debe ser castigada.

La ignorancia toca a ricos y pobres y los hace quedar en ridículo, los ignorantes siempre son ridiculizados y tienen que ponerse a estudiar para no volver a quedar expuestos a las burlas de las personas conocedoras. Las personas ignorantes siempre permanecen con vacíos en sus almas, pues desconocen su historia, la historia de sus países etc. Los ignorantes repiten la historia, repiten las cosas malas, y no se detienen, siguen sintiéndose orgullosos de ser lo que son.

No sé qué le pasa a los ignorantes, pero ya es tiempo de que se sacudan, para ver si así se les quita la ignorancia. A todos nos toca la ignorancia, pero hay diferentes niveles de percibirla, de tenerla; los que se regodean en su ignorancia no tienen derecho a llamarse ciudadanos, a estos ignorantes no hay que llamarlos compatriotas (los que sean del mismo país que uno). Por último, la ignorancia se puede quitar con simple curiosidad, con interés hacia el conocimiento, hacia el saber, si nos interesamos por el conocimiento tendremos una sociedad más justa, si no viviremos entre la inequidad social; mi causa siempre irá hacia hacerles conocer a todos mi conocimiento, para así iluminarlos y que la mentira deje de posarse sobre nosotros.