Disparo de mala lengua son mis palabras
clavadas como puñales de sangre sobre este papel.
Mi alma es un hoyo negro en el universo humano
no nací para vivir esta vida
quiero morir en la muerte rápida de un suspiro
o de un beso arrancado a mujer desprevenida.
Quiero vivir en un segundo lo vivido en medio siglo
correr descalzo sobre los años idos de mi juventud,
volver al paraíso de mi pueblo,
quieto como anciano en reposo.
Ya no la vida en esta megaciudad
reclamo me devuelvan el ancho del mar
la calma del bosque
la paz muda de la noche bajo la luna
la simpleza de una flor de primavera.
Disparo como loco hacia los cuatro vientos
con el eco a mi favor
para que hasta los sordos se sorprendan
y los transeúntes sufran de taquicardia.
Uno más entre los miles de fracotiradores
que suben rabiosos al techo de la noche
para disparar contra objetivos indefinidos.