Tengo en mi lengua la punta de tu nombre
Como acusándome de haberte absorbido
En las mañanas y tardes
Tengo en mi oído tu canción y tu voz
Y ese cosquilleo permanente lo percibo
Como un gemido que me grita tu pesar
Tanto para mí, de tu existencia pequeña
Tanto no quiero, si vas a acabar pernoctando inquieto
Tengo tus miradas, todas juntas en mi dormir
Y en el agua cuando se desvanece tu tacto
Y nos deshacemos en secreto
Como miel bajo el sol
No quiero esperar que me arda tu recuerdo
Tengo una locura atrapada en una carta
Y bajo la manga tengo tu mano
Acariciando mi llanto sucio
Tengo el secreto perdido, de tanto guardar silencio
Y a la hora de beber un café cargado
Tengo las pupilas negras de tanto volver atrás
Un amargo sabor a tristeza cuando me despido
El beber suave de tu boca
Como cuando hablábamos frente al espejo
Mirando como ellos conversaban
Junto al primer alba que les acariciaba la espalda
El dulce refresco del aroma a margaritas
Y un manzanillón deshojado entre la almohada
Tengo el te quiero de un pétalo
Y no tengo la flor que beba de este abrevadero rebalsado.
Texto agregado el 14-09-2004, y leído por 145
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Lectores Opinan
18-09-2004
Hce tiempo que no te leía, creo que has mejorado mucho. Me ha gustado. Mis felicitaciones. Un saludo. SOL-O-LUNA
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