Albóndigas
Tenía 16 años cuando entre de cadete en el escritorio de la firma Múgica Hnos.-CASA LOS VASCOS, en ese momento uno de los comercios más importante de Colon Bs.As.De noche estudiaba Secretariado de Empresa, para conformar a mi viejo, que con grandes sacrificios nos hacia estudiar para que no fueramos pintores como el.
Tengo muchas y variadas anécdotas sobre esa etapa de mi vida, algunas publicables otras no tanto, por cuestiones de códigos, mencionare una de las primeras.
Todos los Viernes, los empleados de las distintas secciones (Tienda- Perfumería-Almacén-Corralón-Escritorio-Maquinarias Agrícolas) nos reuníamos para cenar y luego salir de correrías.
El Corralón, donde se despachaban materiales de construcción, era un lugar donde proliferaban los gatos, había de todos tamaños y pelajes, que además de multiplicarse rápidamente asolaban las casa vecinas.
Uno de los dos Serenos que tenía la firma, había ideado un original método de control de natalidad gatuna.
Agarraba una gomita de las que se usaba para contar el dinero, se las envolvía en los testículos a los más jóvenes y de mejor aspecto, al tiempo estos se les secaban y los capones crecían y engordaban muy bien.
Cuando estaban a punto, los carneaba y cada quince días o un mes nos invitaba a comer albóndigas.
Todos sabíamos que eran de gato, no se engañaba a nadie,
Era un espectáculo verlo preparar las albóndigas, la carne picada, de un color blanco, casi transparente, parecía pescado. ( Por eso me cuesta creer eso de hacer pasar gato por liebres, que tienen una carne muy oscura) . A la carne picada le agregaba ajo y perejil, pan mojado en leche, sal y pimienta y algo de aji molido,un par de huevos(Sic) mezclaba todo y mientras les daba formas a las albóndigas con las manos ,se comía crudas algunas que otras.
Las freía en un disco y las acompañaba con abundante puré de papas.
No todos participaban del festín , pero aunque fuese una vez, como iniciacion, a los nuevos empleados nos llevaban a esas cenas.
Lo cierto es que se logró disminuir la población de gatos, y amainaron los reclamos de los vecinos, cuando le preguntamos por que no sacrificaba a las gatas que eran las que tenían crías, nos dijo que la carne era distinta, no tan sabrosa como la de los capones.-
Firmat Agosto de 2016
Agustin Alberto Secreto
Derechos reservados |