Un frío se acomodó en su nariz
Que trataba de aposentar primavera nueva
Un hogar envuelto de aromas preciosos, huidizos
Lo esperaba con su mesa atiborrada de deliciosas frituras caseras
Imaginó el afanoso deambular de faldas negras y largas hasta el suelo, con sus también largos delantales enlazados firmemente a las cinturas, sirviendo y retirando las hojas desnudas de calendario
El pasado tomó asiento en el lugar de honor
El futuro queda sin distinción
El presente está ausente
No tuvo piernas para llegar
Le faltó café y canela esa mañana para beber
Su esqueleto se esfumó.

jdp