Al despertar el día de hoy ,aún con mucho sueño mientras miraba al vacio pude sentir una pequeña gota que recorría mi avejentada cara , noté sin darme cuenta que era una pequeña lagrima aun sobreviviente de un lindo sueño , un sueño que que tuve al ver a mi octogenario padre que aún vive muy lejos.
__¿ qué raro? Me pregunté
__¿ cómo estará? __Sin dudarlo desde el viejo velador tomé mi teléfono y aun con mis ojos entreabiertos le llamé, como siempre él podando y arreglando sus árboles frutales y malezas que debe quitar, ansiaba oír su voz a través de la línea como queriendo poder recibir sus caricias que me daba de niño. Mientras esperaba al teléfono mi mente se remontaba a los años setenta donde la infancia era de otra manera , no buscábamos pokemones ni jugábamos minecraft , solo nos poníamos un gorro de paja nos tomábamos de la mano y recorríamos un río que pasaba cerca de nuestra humilde casa , un río que nos llevaba a otra época mientras lo rodeaba sentado en sus fuertes hombros y me cantaba canciones perdidas en el tiempo, caminando entre potreros con ese olor a lluvia y a humedad , olor a bosta de algún animal pastando ,buscando más de un bicho, escarabajo o algo de lo cual él me pudiese enseñar,…__jajajajaja __ que bella infancia era la que me dio mi padre…
__Aló hijo__ oí al teléfono mientras mis recuerdos se escabullían como una bandada de pájaros…
__Hola papá __ ¿cómo estás?__ pregunté aún con una lagrima en mi rostro, no puede evitar esbozar mi primera frase __Te amo papá__ahí fue cuando más de una lagrima cayó por entre mis comisuras, con una voz disfrazada pude poner atención a lo que me comentaba mientras mi mente aun estaba en los recuerdos de antaño. Que ganas de olerlo y abrazarlo y sentir entre mis canas sus deterioradas manos curtidas por el trabajo y el tiempo, mi corazón pocas veces se ha revolcado así. Mientras él hablaba de su cotidiana monotonía yo viajaba en el tiempo.
Fue una sensación extraña la de hoy, una sensación que me hace pensar en él cada día y amarlo aún más ahora que está en el ocaso de su vida. Reímos de buena gana al teléfono mientras la batería de la modernidad me avisa que queda poco tiempo , como el tiempo que le queda a mi padre en esta tierra , apuro mis palabras de cariño prometiendo volver a llamarlo mañana y sobretodo repitiendo mil veces …Te amo papá.
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