Está oscuro, hace frío.
Me llega la caricia de la aurora.
No estás. Sólo la brisa
me abraza, sólo el beso
fugaz de la esperanza
se acerca con las gotas
de mi llanto tenaz.
Lo sé. No estás. La nada
de un silencio estruendoso
atormenta mi gozo,
arranca mi porfía.
No estás. No hay melodías,
no hay roce de tus manos,
sólo el anhelo vano
de mirarte llegar.
Has puesto mil candados
a tu puerta prohibida
y le has puesto condena
a dejarme pasar.
Está oscuro, hace frío.
Llueve en el techo mío.
Y yo... yo sólo ansío
tu sonrisa. Mi paz.
Texto agregado el 22-09-2016, y leído por 114
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Lectores Opinan
24-09-2016
maravilloso me encanta todo lo que escribes ***** monisara