Mis manos son dos hachas que rompen lo sagrado
Soy una pesadilla con cuerpo y cédula de identidad
Negro como la noche bajo la noche
Mi corazón es un pedazo de fierro oxidado
Mi alma es un vidrio quebrado
Afilado como puñal asesino
Mi lengua es veneno letal
No me miren:sus ojos se quemarían
Déjenme solo: no les serviría para nada
No me hablen: mis oídos están petrificados
No me sonrían: los mataría con golpe de ceño fruncido
Despreciable
Regurjitable
Indeseable
Maloliente
Repudiable como lepra
Soy el anónimo de siempre.
Texto agregado el 22-09-2016, y leído por 86
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