Real como la vida misma, os relato algo que presencie ayer mismo
---------------------------------------------------------
Sentados en una terraza al borde del Mar, saboreando una cerveza rubia muy fría (el calor reinante lo demandaba) se quejaban amargamente Luisa y su esposo de lo dura e injusta que es la vida, el verano daba sus últimos coletazos y por motivos de trabajo (mucho) no habían podido disfrutar vacaciones) su perro un bóxer color canela dormitaba bajo la mesa.
Por la acera se acercaba un mujer, joven que tiraba (textualmente) de un cachorro bóxer, el perrito era una monada…el marido de Luisa inmediatamente sin dar tiempo a que la joven tomase asiento en una de las mesas vacías de la terraza , la abordó amablemente,!que perro tan bonito!, y que pequeñito es, dijo con admiración, es exactamente igual al nuestro… y señaló al animal que continuaba dormitando bajo la mesa, pero ya verás, en poco más de un año será tan grande como él (señaló a su perro), ella esbozo una tímida sonrisa mientras los animales parecían intimar, permaneció un rato de pie esperando a que su cachorro desistiese de trepar a la silla de Luisa, que contemplaba divertida la escena, se despidió cortésmente, con la promesa de que antes de abandonar la terraza pasarían a “despedirse” de Lucho que así se llamaba el animal adulto.
Cuando la joven se fue el matrimonio continúo con sus lamentaciones…..Una hora más tarde regresó la joven tirando de su cachorro que fue directamente a meterse bajo la mesa con Lucho, sonrió tristemente al tiempo que comentaba “parece que ya se han hecho amigos” y sin tregua y con una calma que impresionó al matrimonio, comenzó a relatar como el cachorrillo había llegado a sus manos, “recibí la llamada de un amigo, que me pidió que me desplazase a 20 Km. de mi casa, porque tenía algo para mi….no me esperaba esto, dijo señalando al animal” el matrimonio entendió que renegaba se su adquisición y comenzaron a hacer alabanzas de la raza de sus mutuos “bichos” ….es el mejor perro que podrías soñar, ¡¡Dócil, cariñoso, obediente!! … la mujer con los ojos bañados en lagrimas respondió como avergonzada, “es que estoy desahuciada, me han dado como mucho un año de vida, y aunque el perro es mi única alegría, me entristece pensar con quien se va a quedar cuando ya no este.
El matrimonio se quedó sin aliento, sin palabras y sin saber donde fijar la mirada, afortunadamente Luisa y atino a decir... “Nadie sabe a ciencia cierta cual será nuestra fecha de caducidad….no dejes que nadie por muy medico que sea intente ponerte una etiqueta…ocupa tu tiempo en vivir día a día….que el fin llegará cuando tenga que llegar”, Luisa se levantó de su asiento y las dos mujeres se fundieron en un largo y mudo abrazo, despidiéndose con un…. nos veremos por aquí paseando a los perros.
Cuando la joven se fue el matrimonio dejó de lamentarse.
|