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1

Es lunes y no me importa. Total, entre aburrirme en casa y aburrirme en la oficina, no siento gran diferencia. Ya acepté que así es mi vida, y así va a ser hasta que acabe. Si en 37 años nada bueno me ha pasado, dudo que vaya a pasar en la otra mitad que me queda, sobretodo porque es la mas tediosa y menos emocionante.

Voy atrasado, para variar, pero de todos modos seré el primero en llegar a la oficina. Delia esta con licencia, y cuando el gato no está los ratones salen de fiesta. A decir verdad, el saber que no tendré que verle la cara hoy hizo que mi marraqueta fuera más crujiente y los empujones en el metro más suaves (casi como un masaje en un spa).

Claro, nunca las cosas pueden ser perfectas. Me equivocaba al pensar que sería el primero en llegar. 9:15 a.m y ahi estaba ella, la Bláblá, sentada en su cubiculo, demasiado ocupada en desenredar su pelo como para preocuparse de encender el computador.

-Te gané Aristides
-Hola Macarena que tal...
-Atroz el taco. Me pongo mal genio oye, tan agresiva la gente para manejar, tan apurados todos. Que suerte tienes tu que te puedes venir en metro. Me encantaria tener metro cerca de mi casa, te juro demasiado...
Seguro, como si tu alguna vez te fueses a subir a algun transporte publico...
-Me vengo en metro porque no tengo auto..
-...Pero no, por mi casa no pasa nada, ni micros cerca hay. Asi que obligada a manejar. Menos mal que ahora estan estas autopistas, las costaneras. Me salen un ojo de la cara pero por lo menos llego mas rapido
Como si no te las pagara tu papá, junto con la bencina y el auto
-¿Cuanto me saldrá un Uber desde Laos Trapenses hasta acá? Dicen que es mucho más barato.
-Como 15 lucas
-Viste que tienes suerte de vivir en el downtown?? De tu casa hasta aca sale mil pesos con suerte!

La verdadera suerte fue que en ese momento llegaban Franco y Serena, con cara larga ambos. Serena saludó a distancia y encendió su computador; como ella se sienta cerca de la puerta, le es más facil evadirse. Yo tambien hice como que me ponia a trabajar, sólo para no seguir oyendo a la Bláblá. Mi escritorio es compartido con el de Franco, quedando solo separados por una mampara de madera. Franco se sentó en su escritorio y me miró con cara de fastidio.

-Lunes denuevo...
-Al fin llegan, malditos!. Me dejaron 5 minutos solo en esta oficina con la Bláblá.
-¿Como que solo?Y la Adelaida? Ahi esta sentada en su cubiculo desde hace una hora, seguro

Miro para el lado y ahi estaba ella, sentada, absorta, anciana, comiendo una galleta o un sandwich, no se bien que era. Muda como siempre. Si, es verdad, siempre se me olvida que está Adelaida

-No la vas a saludar, para variar
-Y buee...ya lleva tanto rato ahi. Mañana la saludo.
-Frankie, tu has usado Uber? - la Bláblá seguia en su monologo sin preocuparse de si interrumpia alguna otra conversación
-No, querida, yo no tengo tarjeta de credito. Solo tarjeta Bip.
-Yo creo que con lo que ahorraria en estacionamiento, podria venrime en uber todos los dias. Que dices tu?
-Yo digo que es hora de ponerse a trabajar mi linda, o la Delia nos cortara la cabeza cuando vuelva.

Franco hizo como que abria un archivo en su PC, pero él y yo sabiamos que era solo una estrategia para que la Bláblá regresara a su cubiculo. La unica cosa positiva de la remodelación que habian hecho a principios de año era que, apesar de haber reducido todos los espacios, habian ubicado el escritorio de ella en la esquina opuesta a la nuestra, asi que no podiamos ni verla ni oirla mientras estuviera sentada en su puesto de trabajo.

-Listo , ya se fue. Ahora cuéntame de tu domingo
-No hice nada. Ni siquiera limpie el desorden que dejaron ustedes en mi departamento.
-Me iba a ofrecer a ayudarte....pero no podia dejar a Serena caminar sola de noche-
-No será al reves? Porque si los asaltaran, quien pondria el hombro ahi no serias tú...
-La encuentras mas intimidante a ella que a mi?

Mire a Serena de reojo, sentada con sus audifonos. Debe haber llegado enojada, siempre se los coloca cuando anda de malas. El pelo corto y azul la hace ver ruda, dura, pero no puedo evitar sentir palpitaciones cada vez que me detengo en sus ojos tan dulces y tan celestes. Es como ver a una niña intentando jugar a ser rebelde, pero no logrando inspirar algo más que tenura.

-Si, es mucho más intimidante que tu
-Lo dices solo porque soy gay
-No
-Lo dices porque soy flaco
-No
-Lo dices porque hablo finito
-No y no. Lo digo porque gritas cuando ves una araña y es Serena quien las mata por ti.
-Ah...Punto para ti
-Y tu? Hiciste algo?
-Quise ver cine arte; deseo ser más culto...
-Traducción: quieres follarte a un hipster alternativo...
-.No sé de qué me hablas--..Bueno, como te decía, quiero cultivar mi intelecto, asi que bajé unas peliculas con nombre de fruta. Puse una que se llamaba El aroma de la papaya verde o algo asi.
-Y que tal?
-No hay caso. Creo que moriré tonto. El cine arte no es para mi.
-Y qué harás con el hipster?
-Que no hay hispter te digo.
-Y entonces?..
-Un sugar daddy.
-Ah...
-Deberias probar. Una sugar mamma te haria bien. Te compraria ropa nueva.
-Para que? Tengo presupuesto para comprarme mi propia ropa
-Si, y no es tu prioridad, se nota.
-Amaneció comunicativo el parcito hoy, no? - era Serena sacándose el audifono.
-¿Te unes a la conversa, querida?
-Gracias Frankie, pero prefiero producir para que no me despidan cuando regrese la jefa. Claro que con su cuchi cuchi incesante no me puedo concentrar...
-No seas latera. Aprovecha este mini oasis. Relajate, pon una pelicula online. Ahora vienen todas dobladas al castellano, ¿Cierto, Aristides?
-....
-..Y a mi me carga eso del doblaje! Has visto lo ridicula que suena Kate Winslet diciendo " Si tu saltas, yo salto"..? Es un asco ¿Cierto Aristides?...
-......

Franco me pega un puntapié por debajo del escritorio, y me doy cuenta de que nuevamente estoy mirando fijamente a Serena, abstraido de toda conversación. Para suerte mía, yo soy invisible para ella (como hombre al menos), así que nunca se ha percatado de la languidez de mi mirada. Disimulando mis nervios, intento una respuesta que me haga parecer inteligente.

-Si claro...yo aprovechare de escribir mi blog
-Ah..o sea en verdad vas a hacer eso ? -su voz sonaba dulce aun cuando intentaba ser irónica- Pensé que lo decias de borracho. Eso de blog es tan 2005...
-Y bueno, yo soy muy asi, como con 10 años de retraso en todo...
-Y como se va a llamar el blog?
-Bueno, ya que se va a basar en mi vida, creo que el nombre más apropiado es "El Blog de la Infelicidad"
-Espero que no tengas expectativas de muchas visitas con ese nombre, querido.
-Y yo creo que no te has dado cuenta de la responsabilidad de usar un nombre como ese – interrumpió Serena volviendo a colocarse sus audifonos – Si tu crees que tu vida es un ejemplo de lo que es ser infeliz, entonces te falta muuuuucho mundo y muuuucha empatia.

Serena volvio a encerrarse en su PC y Franco hizo una mueca de incomodidad antes de abrir un archivo en su computador, esta vez en serio. Asi que ahi tienen, ni siquiera eso hago bien ¡ hasta para ser infeliz soy un inepto!....

2

Salir a almorzar en el barrio en que trabajamos es una aventura; siempre hay algun lugar nuevo para ir, no por exceso de ofertas, sino porque la mayoria de los restaurantes que ofrecen colación en la zona no duran más de cuatro o cinco meses antes de ir a la quiebra; asi que es siempre la misma rutina: mirar la comida de reojo al principio, probarla con recelo, quejarse de que es peor que la del local que estaba antes, acostumbrarse de a poco a la nueva mano, para finalmente encariñarse con sus platos una semana antes de que cierre y venga el nuevo. El de turno se llama "Ña Sofia, de mi casa a tu mesa"...y los jugos son de sobre y las hamburguesas congeladas. Ya no se hacen "Ñas Sofias" como antiguamente.

Siempre vamos los 3, yo, Serena y Franco, intentando que la BláBlá no nos vea salir para no tener que ir con ella. Pero en esta ciudad de veredas angostas y muchos oficinistas, es imposible avanzar rápido a la hora de colación.

-Odio a estos oficinistas que salen juntos a almorzar – reclamaba Serena mientras un rebaño de hombres terneados y mujeres de traje unisono caminaban en bloque frente a nosotros- Siempre van con ese paso lánguido y arrastrado, haciendo taco por la vereda. Se nota que odian su oficina y que odian el lugar donde almuerzan, por eso tratan de demorarse todo lo que puedan para llegar de un lugar al otro; Son como vacas rumbo al matadero, hablando del reality o de la teleserie o del clima, porque no hay nada más que tengan en común en sus tristes vidas.
-Pueden pelar a los jefes, querida
-No Franco, porque se pueden acusar unos a otros, y luego ser despedidos. No se puede confiar en los compañeros de trabajo
Yo la quedo mirando con expresión algo dolida
-¿Y nosotros tres, qué somos, Serena? -le digo sin desviar la mirada de la manada que nos antecedia
Ella guarda silencio
-Piensa en nosotros cuando vamos con la Bláblá. O cuando está la Adelaida almorzando en su cubículo. Acaso no medimos nuestras palabras en esos casos?
No digo nada, solo sonrío.
-Claro que con estas tortugas rechonchas que tenemos adelante, no vamos a alcanzar a llegar sin que nos vea ella...
-Podriamos cambiar de lugar hoy y probar algo nuevo -propongo con una idea en mente.
-Detesto lo desconocido
-Pero este vegetariano te puede gustar. A ti te encanta todo lo exótico, no?
-A mi si. Somos dos contra uno querida...
Ella mira con desgano
-Está en la vereda de al frente, podemos cruzar la calle y ultra pasar a la manada...
Y así, dos minutos después, estábamos sentados en el vegetariano.

-¡Miren esto! – Franco tenia el menú en la mano pero se habia fijado en una publicidad que estaba pegada en la contratapa - ¿Ustedes sabian que habia premios para el agua?
-¿Premios para el agua? ¿Y qué mérito tiene un agua para ganar? ¿Ser la más liquida?...
-Aqui dice. "Ganadora del premio de guia de aguas 2016, categoria aguas saborizadas"...
-¿Hay una categoria para aguas saborizadas?
-¿Que acaso hay más de una marca?
-No sé. Aqui dice que esta marca ganó
-Claro, ganó porque es la única. Si no se la ganaba ésta. Se la iban a dar a quién?
-Ni idea pero ahora necesito probarla. Pidamos un sabor cada uno y asi probamos distintos gustos.
-Yo no quiero agua, gracias.
Franco miró con odio a Serena.
-No me mires así, no es mi culpa que seas la víctima perfecta para todas las campañas de marketing..
Efectivamente, Franco era la persona más influenciable que yo conociera. Cualquier publicidad atrapaba su atención y su bolsillo ( él se autodefine como un "consumidor innovador") y necesitaba probar todo lo nuevo que lanzara el mercado, aunque fuera el mismo producto con un distinto envase.

-¿Yo? ¿Victima del Marketing? Jamás! Las campañas ésas no tienen efecto sobre mi. Es más, ni siquiera las entiendo, querida. Cuando chico, claro, yo queria el super ocho, queria el manjar colun y queria la muñeca Jesmarina, porque las publicidades eran directas, simples y al grano. Pero hoy?...Para vender bebidas hablan de viajes, para vender margarina hablan de infartos y para vender limpiadores de baño hablan de mujeres estudiando en la universidad...

Franco no pudo terminar con su corriente de pensamiento. La voz de Bláblá irrumpió de subito, aguda, desgarradora

-Aqui estabaaaan! Pucha que me costó encontrarlos chiquillos.
-Ahh...nos viste...
-Sí, venía por la vereda de al frente detrás de un grupo de gente que caminaba super lento....y asi, como que de aburrida, miré para el lado y reconoci el pelo de Serena...
-Ah...viste? Tu pelo, Serena..
-Mi pelo? Los oficinistas vacas al matadero, ellos sí.
-Ay, me perdi, de qué hablan?
-De que tengo que volver a la oficina, estoy atrasada
-Pero aún no te terminas tu comida, Serena...
-Estoy a dieta
-¿Cual dieta?
-La del medio plato. Te sirves cualquier plato y te comes la mitad y dejas el resto tirado. Permiso, nos vemos después..

Veo marcharse a Serena y sentarse en su lugar a Blablá. Algo se rompe en mi interior, de un golpe.
-Bueno chiquillos, seremos los tres nomás entonces. Yo seré la Serena del grupo entonces, ja-ja-ja.
Con esa frase, se termina de romper el resto que se habia salvado.
-Tan responsable que es Serena oye, y trabajolica. Quien lo diria al verle ese pelo tan corto como de marimacha y tan...colorido.
Franco se mantenía en silencio, comiendo rápido sin desviar la atención del plato; yo, miraba al horizonte, y solo atinaba a responder "si" a cada final de frase de ella.
-...Y bueno, está bien que ella cuide su trabajo, todos tenemos que hacerlo. Bueno, todos menos tú pues Aristides...

Miro a la Blablá con desprecio. Aún no sé si es lo que dice, o cómo lo dice, si lo que se asoma en sus palabras es maldad o estupidez, o una mezcla de todo. Como sea, siempre logra irritar aún cuando no se borre la sonrisa de su rostro.

-¿Porque lo dices, Macarena?...
-Bueno, pues, porque Arlette te quiere y te protege, ella jamás te va a despedir a ti
-Arlette no es nuestra jefa, ni trabaja en la oficina – interrumpió Franco siempre mirando a su plato
-Pero tu sabes que detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer. Te apuesto a que ella decide todas las cosas y el jefazo después dice que fue idea de él. Si no conoceré a los hombres...
-Yo dudo que Arlette me quiera tantro asi como dices. Macarena.
-Pero claro que sí. Siempre habla maravillas de ti, y eso que todos sabemos que lo de ustedes no terminó muy bien que digamos. Pero es tan lindo de su parte que te haya perdonado...No, si te digo,yo siempre he admirado tanto esa relación de ustedes, que pasaron de amarse tanto a odiarse tanto y luego a ser amigos y luego tu a ser amigo de su nuevo novio, y luego que él te trajera a trabajar a su empresa....si sólo te faltó ser su padrino de matrimonio!
-Yo también me voy, queridos, empecé la misma dieta de Serena
Miro a Franco y trato de decirle con los ojos "Hijo de la gran puta, no me puedes dejar aqui solo con ella". Ël se hace el desentendido y se pone de pie.
-Pero Frankie, ni se te ocurra, no me vas a dejar comiendo sola, si yo recien empiezo.
-Es que tengo que..
-Claro que Frankie se va a quedar con nostros, Macarena. Después yo lo ayudo a avanzar con su informe – y diciendo eso lo tome del brazo y lo forcé a su silla nuevamente.

Y aunque la Bláblá continuó hablando, mi mente se habia quedado detenida en Arlette. Siempre me sucedia eso cuando me recordaban el final de nuestra relación. ¿Qué cosas diria de mi al resto? Las mujeres hablan, y ella se había hecho muy amiga de las mujeres de la oficina, especialmente de Macarena. Por eso no era tan fácil zafarse de ella... Porque asi como hablaba con nosotros, podria irle con cuentos a ella. Pensar que cosas de mi intimidad podrían estar en conocimiento de la Blablá era algo que me aterraba.

-Gracias por eso -me espetó Franco al regresar a nuestro escritorio.
-Yo deberia ser el que te agradezca a ti. Me ibas a dejar sólo con ella.
-No es mi problema que no seas capaz de ser un poquito descortés en la vida. No hay que ser monedita de oro, Aristides. Si la mina te cae mal, que lo sepa y punto.
-Es amiga de Arlette
-No son amigas, sólo conversan.
-De todos modos..
-Aún le tienes miedo, no?
-Miedo?
-Sí, a Arlette. Apostaria a que siempre se lo tuviste. Me encantaría haberte conocido en esa época, para saber si era verdad todo lo que se dice.

Todo lo que se dice. Entonces sí, se hablaba de ello a mis espaldas, como me lo temía.

-¿Y qué se dice?....
-Tu sabes qué se dice, para qué te haces el tonto...

Siempre se comentaba que yo estaba ahi por el favor de Arlette, casi por lástima, porque ella me quería mucho y me habia dejado muy mal el fin de nuestra relación. Pero nada de eso era cierto. Ni quedé tan mal yo ni me quería tanto ella. Es más , a veces pensaba que Arlette me odiaba y me tenia ahí solamente para torturarme, para mostrarme lo bien que le iba con su nuevo marido, el estatus de vida que le daba, tan lejano al que le podía dar yo. Y lo más importante: el poder restregarme en la cara de que mi sueldo, mi trabajo y mi bienestar dependian de aquel hombre, que me veia tan poco amenazante que no tenia problema en contratarme como su empleado.

Me quedé en silencio un rato. Cuando me pongo introspectivo es como que desapareciera, como si me volviera invisible, y se me olvida hasta donde estoy. Por eso me tomó muy de sorpresa sentir aquella mano suave accariciando de repente mi cabeza.

-¿Todo bien? Te ves distante....
Era ella. Serena tenía su mano sobre mi cabeza, y me hablaba suave, como nunca hacía. Me pongo a temblar en el momento en que percibo que es ella la que me está tocando. Su mano sigue ahi, meciéndose suavemente por mi pelo.
-Sea lo que sea no hagas caso...no vale la pena.
Me pongo a transpirar, y lo único que pienso es que Serena aún me está tocando y se a a percatar de ello, o de que mis piernas estan temblando. Pero asi y todo, quisiera que ahi quedara su mano, que no se fuera más, poner pausa y romper el control remoto.

No supe como ni cuando pero cuando volvi a ver, ella ya habia regresado a su escritorio. En mi cabeza aún podía sentir su calor, como si la mano siguiera ahi.

Y son esos pequeños e insignificantes momentos que pueden quebrar un dia de mierda y hacerlos parecer Navidad en casa de millonarios...

3

-¿Te habias fijado en la simbología erótica y descarada que contiene la palabra "Tulipanes"?....
Miro a Frankie por encima de mi computador y no le respondo nada, lo que a él no parece impedirle de seguir hablando
-...Tula y Panes...jajaja. ¿Que vamos a almorza hoy? Panes de tulis. Tuli-panes!..
Si hay algo peor de que escuchar un chiste sin gracia, es que te traten de explicar ese chiste,, como si más encima no fueses capaz de entender "lo gracioso" por ti mismo.
Así es el ser humano; aunque sean tus amigos, aunque los quieras como a un hermano, hay muchos momentos en que desearias matarlos, o al menos cortarles la lengua...
-...Cuando vaya a almorzar no pediré un hot-dog. Pondré un Tulipán en el mesón y diré "deme uno de esos" jajaja....
...como en estos momentos. Qué bien me vendria tener una tijera en la mano...
-Te ves como amargado, tú.
-Amargado por que? ¿Porque no tengo ganas de hablar de tulipanes?
-Algo te pasa...te conozco
-Tengo que avanzar en mi trabajo, Frankie, permiso
-Mmm...idiota no soy, Arístides – y saltando rápidamente de su escritorio hacia el mío, Franco me atrapó con las manos en la masa- ¡Lo sabía! ¡Estás metido en el facebook de Arlette!¿Para qué haces eso? Te dije que la bloquearas!
Sabía que Franco tenía razón, pero me resultaba imposible. No que tuviera sentimientos aún por Arlette, pero esa ventana que se dejaba abierta al poder entrar a su página de facebook era algo a lo que me aferraba con rabia, sin saber bien porqué.
-Por favor, no me sermonees, no ando de animo. Yo...
-Te pones así siempre que te metes a ver su vida; ya lo hemos hablado, Arístides, no estás preparado para esto. Han pasado como cinco años, pero sigues sin estar preparado....
Odio cuando los demás tienen razón pero no puedo reconocerlo en público.
-No puedo eliminarla. Ella podría darse cuenta y molestarse...
-Qué se va a dar cuenta! Aristides, tu tienes 76 amigos, ella tiene...veamos – Franco toma el control de mi computador y se detiene en la foto de Arlette - ...pues ella tiene 1.793 . De seguroque sigue teniendote entre sus contactos porque no se ha dado cuenta que sigues ahi, psycho, espiándola.
-..Sólo quería ver si ella había publicado algo sobre...sobre...
-¿Sobre qué?Elimina a esa mina, hombre!
Mi incómodo silencio es interrumpido por la llegada de Serena, con un cafpe ne la mano, apoyándose en mi escritorio.
-¿De qué se habla chiquillos?
-Este gil, que no es capaz de sacar a Arlette de sus contactos de facebook, y cada vez que ve alguna noticia de ella, se deprime
-¿Arlette, TODAVIA, Arístides?..¿En serio?...
Veo que Serena me observa enjuciadora, y bajo la vista, avergonzado. Nada peor que tenerla a ella como testigo de mis derrotas. Y si bien quiero alzar la voz y tirar algún argumento que permita redimirme, solamente atino a decir:
-Yo....estee.....yo.....
-Pues es muy fácil arreglar esto – sentenció Serena tomando el mouse de mi computador, y transformando el ícono de "amigos" bajo la foto de Arlette en un "agregar a amigos"- Listo. Así de simple. De nada, Arístides
Serena se levantó. Yo, atónito, solamente la observé, sintiendo como si ella me hubiese hecho un tajo agudo a la altura del pecho para luego marcharse; sin dudas, ninguna otra persona habría podido haber hecho eso y retirarse ilesa (si hubiese sido Franco de seguro le habria golpeado en el acto). Algo parecido a la angustia me tomó la garganta y no me dejaba hablar.
-Te sientes bien, Arístides? - Franco parecía genuinamente preocupado
-S-si....-fue todo lo que pude balbucear. La mujer de mis fantasias habia eliminado a la mujer de mi pasado. Y lo peor, mi presente seguia sin la una ni la otra.
-Fue lo mejor que pudiste hacer, amigo. Bueno, la verdad es que ni siquiera lo hiciste tú...
Lo primero que pienso es que se va a dar cuenta, se va a quejar a Renato y me va a despedir.
-Y no te preocupes que Arlette no va a notar que ya no son amigos en facebook.
-Y porqué estás tan seguro de eso?
-Alguna vez te comentó algun posteo? Te puso algún "me gusta"? ¿Te hizo referencia a algo que hayas escrito en tu muro?...
Como siempre, mi silencio me delata
-¿Ves? Ella no se va a enterar, así que tranquilo, hombre.
No era eso lo que realmente me importaba, en verdad. Lo que me angustiaba era que yo ya no podria ver sus fotos de vacaciones, los restaurantes que la llevaba Renato, las reuniones con amigos que celebraban en su casa...ni siquiera podría ver los chistes que le gustaba compartir. Su perfil era cerrado para todos los que no eran sus amigos. Y ahora, en ese grupo estaba yo..

Llegué a casa aún con esa sensación de pérdida, como si Arlette hubiese muerto. Y claro, habia muerto un poco para mi, pero seguia viva para 1.793 personas. Bueno....1.792 desde esa tarde. Y eso me llevó al mayor error de aquella tarde. Mi mamá siempre me decía que las comparaciones son odiosas, que nunca, pero nunca nunca, midiera la mía en función a la de los demás...y eso fue justamente lo que hice.
Observé mi perfil. 76 amigos, y no porque yo fuese selectivo: aquél numero incluia un grupo de compañeros de básica que no interactuaba jamás conmigo, un par de tiendas online, un bar, al que me leía el tarot y una mujer desquiciada que no entendia que yo no era el Arístides Gómez que conoció el 82.( Cinco veces ya le dije que me llamo Arístides Gómez-Lobo, y que en el 82 tenía 3 años). Lo más triste es que, equivocada y todo, no la elimino porque al fin y al cabo, es un amigo más...
¡Y ella tenía 1.792! ¿Cómo se llega a tener tantos amigos?. Serían sus fotos? Arlette no era fea, pero tampoco era la mujer más linda del mundo; no había nada espectacular en sus fotografias, ni en sus publicaciones, y yo sabía bien que no era especialmente sociable.¿Serían quizá las fotos de los viajes? ¿Será que los demás huelen el dinero y por eso la agregan a sus contactos?
Y, como siempre, es inevitable pasar por el perfil de ella. Serena Miranda, 480 amigos (bastante más de lo que uno podría pensar al verla interactuar con el mundo), con muchas fotos de causas sociales, movimientos animalistas y grupos de tendencia politica. Muchos de sus contactos posteaban en su muro, aludiendo a cosas que a ella le gustaban (grupos musicales, series de televisión), bromas privadas y una que otra foto de viajes en grupo. Era claro que no eran solamente contactos distantes; Serena tenía amigos ahí. Yo, en cambio, leyendo las actualizaciones de una mujer que cree que mi apellido es Gómez y que tengo 60 años...

En mi muro no hay posteos de otras personas; Solamente canciones que me gustan a mi y nadie más, chistes que nadie comparte y pensamientos libres sin repercusión alguna. Rara vez alguien le colocaba un "me gusta" a mis publicaciones.
Y así, de súbito, la necesidad imperiosa de llamar la atención; de tener algo interesante que mostrar para el que sienta curiosidad para merodear un rato por mi vida. Pero por más que trataba de pensar qué colocar, nada bueno se venia a mi mente.
Serena tiene una foto de perfil con mirada al horizonte, sentada en una roa junto al mar. 112 "likes". La mía es un close up mal hecho con la cámara de mi notebook; lo primero entonces es hacer una nueva foto.
Intento una selfie con mi brazo lo más estirado posible, para evitar que la cercanía haga que mi nariz se vea el doble de su tamaño real (como en mi foto anterior)., pero luego se me ocurre que algo más sexy sería un buen gancho para llamar la atención, así que me saco la camisa. Mala idea, se nota que no he ido al gumnasio en mucho tiempo. Vuelvo al close up, pero esta vez intento colocarme de perfil, y para darme un aire más interesante, miro al infinito, como si un papparazzi me hubiese captado por sorpresa.
Subo la foto y a esperar algún comentario. Cinco, diez minutos. Veinte, media hora. Una hora y recién aparece un "like". De Franco. El resto de mis seguidores se mantiene en silencio.
Me pregunto qué tiene que hacer un cristiano como yo para llamar la atención de las 76 almas que lo siguen en una red social. Si ni mis chistes ni mis actualizaciones de status llaman su atención, quizá un grito desesperado de medianoche podría atraer su atención:
"MUY TRISTE" fue el texto que decidí colocar. Ya lo habia visto en otros perfiles, y generalmente eso desemboca una avalancha de comentarios tipo "¿estas bien? ¿qué pasó" o "necesitas algo?", a lo que podría responder con un enigmático "les respondo por interno" y así dejar a todo el resto intrigado.
Cinco, diez minutos. Veinte media hora. Una hora, dos y tres. Ninguna reacción. Aparentemente a ninguno de mis 76 contactos le importa que esté triste. Si fuera Arlette o Serena, ya habría una fila de personas empujándose por ayudarlas.
"Quisiera morir" escribo un poco más abajo. Una persona le pone un "like" a esto último. De inmediato borro todos los posteos y me voy a dormir. Odio Facebook
4
Siempre que Franco se inclina hacia mi escritorio con cara de encuentro casual, sé que planea algo subterráneamente (nunca es nada importante, pero siempre es algo)
-No sé porqué los chinos se preocupan de colocarle nombre a sus restaurantes. Ching-Mei, Tong Loc, Fuman Chu....Whatever. Al final todo el mundo los ubica como "los chinos de la esquina"....
-Y eso a qué viene?
-Tengo antojo de wantan. Vamos a almorzar a los chinos de la otra cuadra? Los de la esquina no tienen arrollado de mariscos.
-No tengo ganas de chinos
-Sabía que habias dormido mal. Llegaste con cara larga y has estado ahí, sentado como una vaca gorda y malgenio toda la mañana.
-Talvez dormi mal
-Hazlo por mi...tengo demasiado antojo.
-Estoy muy gordo.
-...Y fofo, eso no se discute...
-Gracias por eso. Y por lo mismo, necesito hacer dieta. Comeré ensaladas el resto de la semana
-Almorzar lechugas no te va a dar más músculos, para eso tienes que ir a ejercitarte. Y la comida china es casi light, son puras proteinas y verduras
-El wantán es fritura, el arroz es carbohidrato y casi todo las verduritas son pasadas por el sartén.
Serena se asoma al oír la palabra fritura
-¿De qué hablan chiquillos?
-De comida china, querida. Ando antojado
-Maravillosa idea para el almuerzo! Me anoto
Y como siempre, solo puedo limitarme a sonreir; siempre está el dia de mañana para comenzar una dieta.

Pudimos escapar de todos a la hora de almuerzo, y llegamos solamente los tres al restaurant chino. Si bien Serena tenía la capacidad de borrar todos mis malos pensamientos cada vez que la veía, apun no lograba deshacerme del gusto amargo que me había dejado mi experiencia en Facebook la noche anterior; me preguntaba si alguno de los dos había leido mi último post. De ser así, agradecía que ninguno hiciera referencia a ello.

Sin embargo, mi ánimo estaba a punto de arruinarse aquél día

-No estuviste conectada ayer, querida – le espetó Franco mientras tomaba sorbos de su bebida sin azúcar - ¿donde andabas metida, Serena?
-Tuve un cita
Mi rostro se congeló
-¿Una cita? - creo que mi voz ya tartamudeaba desde este momento en adelante - ¿Con un hombre...?
-Claro que con un hombre, Arístides, que pregunta!
Franco nunca me habló de lo que yo sentía por Serena, pero era evidente que él se percataba de todo, y como buen amigo que era, intentaba protegerme a su modo, torpe e ineficaz.
-De seguro fue un fracaso de cita, a juzgar por tu cara, querida.
-¿Quieres saber la verdad, Frankie?..
-Claro que si!
-Pues no te incumbe. No seas metete.
-¿Fue con alguien de la oficina?
-Ya te dije que no te incumbe...
-...o fue con alguien de yoga?....porque la otra vez comentaste algo de un tipo que iba a yoga...
-..¡Copuchento!
-..o fue alguien del pasado?...
-Mira sól ote voy a decir lo siguiente: Lo pasé regio!
-¿Te quedaste a tomar desayuno?
-Sólo te diré que hoy vengo con poca hambre...
Yo sentí el aire paralizarse a mi alrededor. De pronto, todo parecia nublado y distante. Cabía la posibilidad de que Serena estuviese saliendo con alguien que le gustara; eso destruía todas mis esperanzas basadas en meses (y años) de malas citas en que ella se quejaba y despotricaba contra el galán de turno. Lo sé, eso no era ningún indicio de que yo tuviera alguna chance, pero saber que nadie más la tenía era un consuelo de tontos, pero que me venía muy a mano.
¿Y quién podria ser él?...

Texto agregado el 21-09-2016, y leído por 195 visitantes. (0 votos)


Lectores Opinan
11-10-2016 Me gusta mucho la agilidad del texto, el ingenio para trazar diálogos y psicologías de personajes, retratando un ambiente laboral y urbano de alguna oficina de la capital (supongo). Es decir, una historia totalmente real, contada de manera inteligente. Lo que más me gustó es sin duda el carácter de perdedor del protagonista, que trata de luchar contra eso sin resultados; más 'loser' por lo mismo, que se hace entrañable y nos identifica. litomembrillo
 
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