Aún nos conocemos demasiado como para comenzar a mentirnos, decir que el dolor es cosa pasada, y que ya ni nos miramos. Necesitaré una tijera gigante, inimaginablemente grande y fuerte, para cortar estos lazos, que hoy nos atan y mantienen cerca. Ya he pedido perdón, quizás demasiadas veces. No sé si me creas aún. Tal vez nunca lo hiciste.
Texto agregado el 21-09-2016, y leído por 125 visitantes. (4 votos)