¡Vaya sorpresa!
Camilo era un muchacho que vivía en el campo desde que nació hacía de esto dieciocho años.
Hijo de un peón de estancia y de la cocinera de la misma era el mayor de tres hermanos.
Nunca había salido de Río Branco, su ciudad natal y ni siquiera conocía Jaguarón, ciudad fronteriza entre Brasil y Uruguay.
Me atrevería a decir que jamás salió de la estancia pero como siempre hay una primera vez, la suya había llegado.
Un domingo, otro peón de la estancia, que era muy diferente a Camilo y el cual había perdido la inocencia hacía mucho tiempo, lo invitó a ir a Jaguarón y Camilo muy contento, aceptó.
Desde hacía algunos meses Camilo tenía una novia, la primera, llamada Rosenda que trabajaba también en la estancia como ayudanta de cocina.
Rosenda tenía la misma edad que su novio y era muy callada y vergonzosa, era la novia ideal para su hijo, pensaba la madre del muchacho ya que éste era muy tranquilo y trabajador.
Pero, Camilo, luego del paseo con su amigo volvió muy cambiado, su mirada era distinta y se pasaba todo el día persiguiendo a su novia que no entendía el cambio del muchacho, ahora hasta le molestaba hacer los quehaceres que antes siempre había hecho, decía que él era hombre y que las cosas de mujeres las hacían las mujeres.
Cierto día Rosenda le dijo:
___Camilo, tenés que dar de comer a las gallinas y juntar los guevos .
___Eso es trabajo de mujeres, hacelo vos.
___Pero che, mirá que andás retovao de un tiempo a esta parte.
___Lo que pasa es que ustedes me tratan como si fuera un gurí y yo ya soy un hombre.
___Andá, qué vas a ser un hombre, pa eso te falta mucho.
___Ja, eso es lo que todos piensan pero preguntale al Tatuaje y vas a ver como lo que te digo es cierto.
___¿Qué tiene que ver el Tatuaje con vos? No vas a decirme que ahora te juntás con él.
___Si y ¿ qué? Como vos no querés salir conmigo los domingos, salgo con él.
___Igualito che,¿ la compañía de él es igual a la mía?
___No pero me entretengo cuando salgo con él, fuimos a Jaguarón, en Brasil, no te imaginás lo lindo que es, conocí la playa y algunos otros lugares, nada que ver con Río Branco, es mucho más grande y la gente no se conoce como acá que tenés que saludar a todo el mundo.
___Yo nunca fui, estoy muy bien acá, el tata no me deja y mi mama menos, solo salgo con mi tía, la hermana menor de mi tata que es viuda y tan joven y linda.
___Voy a tener que hablar con tu mama o con tu tata, tenés que conocer Jaguarón ¿crees que te van a dejar ir conmigo?
___Si los encontrás de buenas ¿Quién te dice? Por ai me dejan, pero no les digas que el Tatuaje sale contigo, no lo pueden ni ver.
___Tá, todo arreglado, el sábado les pido permiso, vas a ver cómo nos divertimos.
El sábado muy temprano Camilo habló con su madre para que intercediera por él con los padres de Rosenda para que los dejaran ir a Brasil.
Y lo que no hubiera conseguido Camilo, lo consiguió su madre, tenían permiso de los padres de Rosenda para ir a Brasil que en realidad era sólo cruzar el puente.
___Sabés Rosenda, tenemos el permiso de tus padres para ir el domingo a Jaguarón pero tenemos que volver temprano, le dije al Tatuaje que no iba a salir con él y creo que no le gustó nada pero bue que se aguante al final que vos sos mi novia no él, ¿No te parece?
___Si vos sos mi novio, el único.
El domingo Camilo se puso sus mejores pilchas igual que Rosenda y se fueron en la carreta de la estancia hacia la ciudad fronteriza.
Camilo se sentía muy importante del brazo de Rosenda, veía como todos los miraban y creía que era por lo bonita que era su novia pero qué sorpresa se llevó al llegar al lugar donde él y el Tatuaje habían estado antes y que deseaba tanto que Rosenda conociera.
El lugar tan importante era un burdel de muy mala fama al que el Tatuaje (nombre dado a José, su amigo por los muchos tatuajes que tenía), estaba acostumbrado a frecuentar y al que había llevado al ingenuo de Camilo.
Cuando llegaron Rosenda le preguntó a su novio:
___A este quec… ¿a este lugar me traes?
___Claro, me lo recomendó el Tatuaje.
___Bueno, pero no me gusta mucho, jamás estuve en un lugar así.
___Por supuesto que no, pero dale, vas a ver lo bien que lo pasamos.
Rosenda tapándose la cara entró pero el día no iba a terminar lo bien que había empezado para Camilo cuando una de las empleadas del lugar al ver a Rosenda le dijo:
___Parece que te gustó el lugar, otra vez por acá y sin el Tatuaje?
Omenia.
(Pido disculpas por el lenguaje pero supuestamente así hablan los personajes)
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