Me gustaría ser más viejo, vivir en una marejada de horas la deliciosa juventud, aunque podría omitir la bohemia de mis tiempos, el saltar de lirios, de mariposa en mariposa, para dedicarle mi cuerpo y pluma a la única que alguna vez me cautivó. Quiero tenerla entre mis brazos, entre mis lianas de seda, palpando cada micra de sus blancos muslos, de su tersa piel y espectacular paisaje. Pero lo que realmente quiero con mi musa, es compartir el vino sincero frente al alba, vivir en un mundo donde nadie más encaje, excepto tal vez el producto de nuestro aprendido querer, de esa lección eterna que comprenderá la vida y la muerte, la que nos unió y la que nos separará siglos en el futuro. No te asustes con la fantasía, gorda, pues este manifiesto puede morir acá. Como dices: "no sé qué pasará, no lo sé". Yo tampoco lo sé, pero ¿no sería genial? |