_ Y allí estaban... Tomados de la mano y besándose.
_ ¿De verdad?_ Respondo apretando fuertemente el auricular del teléfono.
_ Si, de verdad. Era Mauro tu ex pareja, ¡besuqueándose con mi ex novia!
La inesperada noticia me sorprende amargamente. Forzando una sonora carcajada trato descabelladamente de controlar la tristeza que cae destruyendo mi corazón. Tampoco deseo que mi amigo vea como me golpea su relato.
_ ¿Estás bien Judith?_ Pregunta Michell. Creo que todos mis esfuerzos por pasar desapercibida resultaron inútiles.
_ Si, estoy bien. No te preocupes... ¿Nos vemos a la noche para su juerga?_ Solo pienso en borrar este desagradable sentimiento con una narcótica y somnífera borrachera.
_ Si, está bien. Verlos besuqueándose me afectó más de lo que pensé y necesito salir a embriagarme... Te llamo entonces_ Responde Michell antes de colgar el teléfono.
No alcanzo a digerir el dolor de la ingrata noticia cuando el teléfono suena nuevamente. Consulto el visor que identifica las llamadas entrantes, dándome cuenta que es mi amiga Pam.
_ ¡Judith hace poco supe la noticia!_Dice sin siquiera saludarme.
_Hola Pam, es bueno saludarte_ Le respondo con ironía.
_¡Que hijo de puta! ¿Cómo te pudo hacer algo así?
_ Lo hace pues es un hombre libre. Está soltero y entre él y yo ya no existe ningún "Nosotros"_ Trato que no perciba como me tiembla la voz.
_ ¿Y es verdad que está de novio con la ex pareja de Michell?
_ Si Pam, ¡es verdad!_ Regresa a mi boca esas irracionales carcajadas_ ¿Verdad que es extraño?_ Más carcajadas sobre actuadas.
_ Bueno al menos te ríes y eso es bueno.
_ ¿Sabes? Mauro siempre habló mal de ella. Lo único que le faltó decir es que era prácticamente una prostituta. ¡Y ahora están juntos!
_ ¿De verdad estás bien Judith?_ Vuelve a preguntar.
_ Si, no te preocupes. Lo mejor que pude hacer en esta vida es haberme deshecho de Mauro, ¡Es un completo imbécil!
_ ...
_ ¡De verdad Pam! Estoy muy bien no te preocupes_ Le miento riendo.
_Te creo. Cualquier cosa me llamas_ Dice antes de colgar.
No sé que sentir cuando el silencio y la oscuridad se ciernen sobre mi destrozado espíritu. El dolor que inesperadamente se genera en mi, me regala un temporal de lágrimas que resbalan por mis pómulos. Espero de verdad encontrar en un futuro cercano el fin de este infierno de tristezas que hurta mi vida.
Lentamente se extinguen cada una de las luces que encendiéramos sobre esta sórdida ciudad... Me siento morir.