Y me encuentro con las letras otra vez, que sería de mi sin poder darle rienda suelta a las palabras que cuentan lo que llevo dentro y no es que sea una opción solamente, es como respirar aire puro después de haber vivido en cuevas obscuras.

Pero que me trajo aquí? Ha sí... llegue aquí por tus silencios... por tus ausencias... por tu indiferencia entre las sabanas... ¿pero será que no hay en mi una sola gota de ese elixir que hace volverte loco por quitarme las bragas y dejarme en un suspiro sin poder tomar siquiera una bocanada de aire?

Aun no encuentro una respuesta que calme las dudas que llevo dentro. ¿Será que venimos de planetas distintos? ¿Será que no tengo el timbre que despierte el león que llevas dentro? Será que perdí el encanto.

Y aunque por las noches despierte con todas estas preguntas en la cabeza, siento tu calor por un lado mío y deseo tocarte, acariciarte, aunque las caricias sean solo hacia ti me doy por bien servida.

Te abrazo aferrándome a lo que a cuenta gotas me das ¿Como le llamarías a eso? ¿Será el amor que se ciega buscando una esperanza? ¿Será que he perdido ante ti? Puede ser, puede ser que me hallas roto todos mis paradigmas de mujer independiente que cedieron ante tu negra melena y tus grandes manos.

¿Entonces perdí o gané?