Un pequeño "ratoncillo" nacío en una casa de campo muy pobre y vieja, con una flaca y enclenque gallina, un burro huesudo, y una cabra que solo goteaba un vaso de leche a la semana.
la cosecha de los ancianos que allí vivían era tan escasa, que apenas daba unas pocas verduras para sobrevivir.
Pero el ratoncillo nunca pasó hambre, los ancianos aunque pobres, siempre les dejaban en la entrada de su ratonera restos de su humilde comida.
La familia de ratones salía en busca de piñones, moras y todo lo que pudiera contribuir a ayudar a la comunidad que eran todos los de la granja,
Antón el ratón más pequeño de los hermanos, se quedaba tumbado en su cama y maldecía su suerte, soñaba con una nueva familia rica que dejara en la ratonera un gran queso y dulces frutas frescas.
Un día el anciano llamo a todos los animales de la granja y les dió una horrible noticía, habían decidido vender sus humildes tierras porque eran muy mayores para irse a una residencia de ancianos, donde podrían ir todos,
Aunque tristes, la decisión fué unánime "siempre juntos"
Menos Antón, que decidió quedarse en espera de su nueva familia, sin que nadie pudiera convencerle.
Una mañana pocos días después, un camión paró enfrente de la humilde casita y Antón saltaba de un lado a otro inquieto y relamiendose los bigotes,
¡Ya estan aquí!
Unos hombres con extraños trajes, bajaron y rociaron con un espeso humo blanco toda la casa,
¡Uhmmm que dulce es el olor de lo que estan cocinando!
Pensaba Antón el ratón, y mientras poco a poco se iba durmiendo, vió por un segundo a su familia en su nueva casa todos juntos....