Como ya no escribo
puedo ahora reír en público
tomar café anónimo
y orinar en la calle.
Por fin perfecto desconocido
sin lanzamiento de libros
ni ediciones
ni recitales.
Ya nada me ata a las letras
sino el ruido que hacen en mi memoria.
Texto agregado el 03-09-2016, y leído por 69
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