Tú caminabas por la orilla mientras yo dormía sobre las nubes,
Pegaste un grito al cielo y caí de cabeza a tu costado
Y sin miedo me amenazaste con marcharte si no te lo decía
Lo siento gorda, mi virtud definitivamente no es la valentía
Te comencé a extrañar como ya lo hacía cuando te conocí
No es la historia más larga del mundo, pero sí la más torpe
Con silencios y discursos,
Quererte no es escucharte, es comprenderte, aunque hables en trabalenguas
Texto agregado el 02-09-2016, y leído por 150
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