La noche tomo su néctar oscuro

y el oasis se plago de luces,

las historias se fueron rodando

bajo la mira de la redonda luna...


Y fue allí donde nació el espíritu

allí donde crecieron las hazañas,

allí se cuajaron miles y ondulantes

promesas de amor que florecieron,

mientras bajo el mismo manto

crecían espinas de largas puntas.


Y las historias se iban hilando en versos,

manos, alma, destino de poetas la crearon.


Se vistió la noche, de musa radiante

dejando en su cielo un mundo brillante

el telón fue mágico, fue su voz nocturna

llamando a sus astros para agasajarlos.


La noche sabe llegar para recrear su destino de dama poética, que junto a la luna llenaron su cielo de grandes espejos, escritos de vida dormida en el tiempo...

Alessandrini María del Rosario