_¡Que rico es volver a verte!_ Tomas con fuerza mi brazo mientras caminamos por las céntricas calles de tu adorada ciudad. Es medio día y muchas personas comienzan el anhelado regreso a sus hogares seguramente para un merecido almuerzo.
_Sentémosnos acá_ Te digo con una sonrisa, sé que nuestro tiempo es limitado por lo que opto por un cercano banquillo de concreto bajo la sombra de un frágil árbol_¡Siéntate lejos, pero que no se note! ¡Siéntate lejos, pero que no se note!_ Me repito mentalmente como una especie de mantra. Sé de tu incómodidad que se genera al estar cerca mio. Desconozco desde donde nace este ingrato sentir.
_No iba a venir, pero por una serie de sucesos inesperados (¿?) cambié de opinión_Comento quizás algo meditabundo.
_¡Mira mis uñas!_ Dice sorpresivamente sonriéndo; dejándome atónito por lo inesperado de tu comentario.
_Estan hermosas_ Digo algo confundido mientras me pasas tu mano. La tomo con la mayor suavidad posible pues temo asustarte.
_¿Te gusta el color?_ Aun sonríes_ Me encantó el diseño de los círculos blancos_ Comentas mirándome directamente a los ojos.
_ De verdad; Están preciosas_ Retengo tu mano entre las mias algo desoriéntado. Pareciera que no te dieses cuenta cuando las bajamos manteniéndolas unidas. Me conversas de otras cosas y yo no puedo concentrarme en tus palabras pues estoy demasiado nervioso al ver que no solo no sueltas mi mano, si no que también la entrelazas a las mias. Nuestros dedos juegan acariciándose. (Debo admitir que estoy más feliz que la mierda)
Entre pláticas personales de lo que hemos hecho en este tiempo donde no sabiamos del otro, y conversaciones triviales de como ha estado el clima, nuestro tiempo juntos llega a su fin. Quizás esta sea la última vez que te vea. Creo intuír que tal véz también lo sabes. Debí besar tus labios.
_ ¿Vamos?_ Pregunto mirándo la hora, con un halo de tristeza. Me hubiese encantado extraer algo más de tiempo junto a tí. Descubrir que es lo que te entrega felicidad, que es lo que te emociona y sobretodo que gestaba todo esa maldita incómodidad que creaba mi presencia en tu vida.
_Vamos_ Respondes sonriéndo desde tu alma. Soltando nuestras manos caminamos juntos, lo hacemos en silencio. Quizás comenzamos la búsqueda de respuestas en un ya no tan difuso futuro.