Un señor con bigote y gesto huraño.
Cabello escaso, pegado a su pequeño cráneo en mechones pegajosos dejando entre ellos trozos de una calva aceitosa y hostil.

Un señor con bigote y el mirar huidizo.
Luce mocasines veraniegos de rejilla. Americana escrupulosamente doblada en su antebrazo y pañuelo blanco con sus iniciales bordadas que usa para secarse el sudor.

Un señor más bien bajito y con bigote hace un alto en el viaje y permanece en pie junto su Renault Gordini

Un señor con bigote, gesto huraño y mirar huidizo perdido por toda la eternidad bajo el sol abrasador de Los Monegros en un verano incierto de finales de los sesenta.