Amar y no ser amado...
ese es el error.
Quiero que te olvides de todo por sólo un segundo,
que olvides quien eres
y porqué estás aquí,
sólo mírame,
permíteme hacerte sentir eso que tienes muerto,
enterrado en tu interior,
catapultado vivo con rencor.
Desconoces esto,
lo sé,
sólo aprecias la belleza exterior
esa que se marchita a la misma rapidez que los besos sin sentimiento,
los besos que no saben a nada,
miel insípida entre tus labios...
a la que estás acostumbrado.
Mírame,
daría mi vida por ti,
vendería mi alma al diablo
a cambio de que tú sintieras
lo que yo siento.
Algo que ni el tiempo que lo cura todo
podrá borrar,
y si lo hiciese algún día...
yo le robaría cada uno de tus besos,
que le diste a otras que no eran yo
para enterrarlos junto a tu tumba negra
y hacerte sentir aunque sea muerto,
lo que es el falso amor,
y el recuerdo de nunca ser amado.
Hoy, llevo rosas a tu tumba,
siempre las odiaste,
preferías los claveles...
al igual que yo hubiera preferido
ser querida antes de haberte matado. |