Era un tipo singular
Que causaba admiración
En toda aquella región,
Por su manera de andar.
Cuando echaba a caminar,
Parecía con tres patas:
Dos largas y otra más chata,
Pero aún así,respetable,
Que pendía como un sable,
Para espantar las beatas.
Texto agregado el 20-08-2016, y leído por 296
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Lectores Opinan
25-08-2016
Ese hombre salió premiado.
Tener una pata de repuesto es un privilegio.
En estos tiempos en que el ser humano está tan agresivo el sable sería la solución.
Me gustó la construcción de la décima aunque no se nada de eso*****
Un abrazo
Victoria 6236013