Hace tanto no sé que es ver una gota de agua correr sobre las hojas de los árboles,
Tampoco sé que es sentir correr sobre la piel una brisa helada,
Los poemas se estaban escapando de mis dedos,
No sabía cómo iniciar al menos un asalto con las letras,
Pero vi esa imagen que me alentó y compenetro con las palabras de mi alma,
Un libro de los Beatles, dos botellas de vino y una radiola,
Solo puedo imaginar que haría contigo y esos objetos que no fueron aleatoriamente elegidos.
A mi vida llegan de nuevo los tangos, una copa de vino ya vacía, y unos labios esperando ser besados de nuevo,
Tal vez a la distancia se pueden recordar los besos que jamás di, tu perfume que siempre deseé, y tus manos sobre mi piel,
A buena hora se despertó en mi el deseo de verte fijamente,
No olvidar la bohemia del olor de un café esperando ser probado, el olor de las especias sobre ollas de barro que trascienden como mi deseo por la lujuria de tus ojos posados en mi existencia.
Y de nuevo quiero jugar con mis dedos en las letras de tus deseos,
Quiero amanecer tocando tu vida en el alma que se posa en la penumbra,
Quiero beber de ese vino junto a la radiola que al fondo suena este tango que me apasiona,
No perder más tiempo sin leer tus labios,
Profundiza en mi ser y lléname de tu perfume.
Y agradeceré a la vida por haberme traído de nuevo las sensaciones más puras del amor,
Pero ese amor de lujuria, de pasión,
Puramente creado para los dos.
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