Los lapsus de Confucio
Confucio, el filosofo chino nacido en Zoun, en el año 551 a.C., es sin duda, uno de los más grandes filósofos que han existido, legándonos a su muerte, además de la doctrina confucionista, una gran cantidad de obras literarias que nos hacen reflexionar, y que es impensable el no admirar, aunque, para el mundo occidental, lo más conocido de él, son las frases y pensamientos con los que adoctrinaba a sus seguidores, en las que plasmaba directrices morales y de convivencia.
¿Quién no conoce reflexiones tan profundas como?:
.- Aprender sin pensar es inútil. Pensar sin aprender es peligroso.-
O aquella otra de:
.- El silencio es el único amigo que jamás traiciona.-
Estos pensamientos, conformaron después, la guía filosófica que siguió el mundo chino, y que les llevo a abrazar el confucionismo, más que como religión, como un reglamento para vivir en paz y comportarse correctamente.
Pero, como todos, incluidos también los grandes genios, Confucio tuvo momentos digamos “tontos”, en que sus mensajes no fueron tan claros, ni fáciles de comprender por las masas que le escuchaban; como ahora trataremos de explicar, y que aun los estudiosos de su filosofía, no han podido descifrar, pues a veces, introdujo en sus discursos frases y comentarios, que no correspondían ni con su época, ni con su entorno; curiosamente o quizá sea mejor decir, lógicamente, estos lapsus (llamémoslos así), tan fuera de tono, ni fueron recogidos en sus escritos, ni seguidos por las multitudes, pues fueron incomprensibles para todos. Es como si se hubieran producidos en la mente de Confucio, extrañas ideas que le llegaron de pronto, sin saber ni el cómo, ni el porque, y que soltó sin pensar ¿O quizás si?.
¿Y cómo acuño esos pensamientos, que, indiscutiblemente no corresponden con sus otros mensajes de filosofía de vida?, es un gran misterio, que esta aun por descubrir.
No vamos a ser muy reiterativos en los comentados lapsus, ni es nuestro interés arrojar ni la más pequeña sombra a su obra, pero si sucumbimos a la tentación de adjuntar algunos de los ejemplos más curiosos de ciertas frases que incluyó en sus discursos.
Sería el año 490 a,C aproximadamente. Confucio hacia tres o cuatro años que había abandonado su trabajo en la administración de Zoun, y se dedicaba, ya en cuerpo y alma, a difundir su mensaje; acababa de terminar una de su muy concurridas clases, en la que había tratado de inculcarles los principios del confucionismo, basado en la tolerancia, la bondad, la benevolencia y el amor al prójimo; cuando finalizo con algunas de las máximas que le gustaba agregar:
.-Estudiar el pasado, si queréis pronosticar el futuro.-
Para a continuación agregar.
.-Red Bull, te da alas.- y, -Si bebes, no conduzcas.-
Y se marcho, ante el estupor de la multitud.
En otra ocasión, en el pueblo de Qufu y después de una charla con algunos de sus discípulos, remato la clase con:
.-El mal no está en las faltas, sino en no tratar de enmendarlas.-
Añadiendo, cuando ya se levantaba:
.- Coca Cola, es la chispa de la vida.- y .-Nespresso…what else?.-
Y como la devoción, que ya motivaba en sus seguidores era enorme, aunque estas últimas frases, para ellos eran incomprensibles, creyeron que quizás el maestro, les daba mensajes tan profundos, que sus pobres mentes no llegaban a comprender.
Así, podríamos contar muchas más anécdotas sobre este gran hombre, y sus extrañas reflexiones, realizadas en una época, y en un momento, en que era imposible incluso para él, saber que decía; pero así fue.
Y, para no cansar a los posibles lectores de este estudio, lo finalizamos con otro de los muchos despistes que tuvo a lo largo de sus viajes.
Esta vez fue en la ciudad de Pu, donde después de puntualizar a sus oyentes de cuales debían ser las cinco relaciones importantes en sus vidas para poder alcanzar el equilibrio, la del gobernador con su ministro, la del padre con el hijo, la del marido con su mujer, la del hermano con el hermano y la de los amigos, remato, como siempre hacia, con varios pensamientos.
.-Los cautos rara vez se equivocan.-
.-La virtud no habita en la soledad, debe tener vecinos.-
Concluyendo el evento con:
.-Hoy me siento Flex.- y, -para todo lo demás existe Master Card.-,
Para terminar con, -con Evax, te sentirás libre y segura.-
Retirándose a continuación, muy sonriente.
Y aquí lo dejo, nadie hasta ahora ha podido comprender, como a Confucio se le ocurrieron esas frases, que luego fueron famosos eslogan en nuestros días, si fue una premonición, si fue una inspiración o qué fue y en cualquier caso ¿que pretendía transmitir a sus seguidores con ellas?.
Fernando Mateo
Septiembre 2016
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