I.-ANHELANDO EL FUTURO

En un nido se posaba una cascara vacía, hace horas rota por el duro y puntiagudo pico de un halcón recién nacido. Este halcón día y noche fuera de su huevo veía como las aves volaban a su paso: cuervos, búhos, gaviotas, canarios etc. Pero ninguno era tan fuerte como la gran águila. Reinaba sobre todas las aves, a gran paso cucaba al León rey de la selva pasando a lado suyo y volando para recordarle al felino que su reinado no se extendía al cielo.
El pequeño halcón con poco de nacido No tenía ni idea de la clasificación de especies. Cuando creciera, quería ser una enorme águila. Desde el amanecer hasta que las cortinas oscuras tapaban el cielo, este observaba a la enorme águila.

II.- ENFRENTANDO LA REALIDAD

Y pasaron los días, aprendió a volar, a conseguir alimento por su cuenta, y cuando era muy joven esta pequeña ave se dio cuenta de que su velocidad superaba a la de la misma águila. Entonces se dijo: Si lo supero ahora de joven, cuando crezca al tamaño del águila, seré invencible. Pero eso jamás sucedió. El halcón desconcertado por parar de crecer le preguntó a sus padres, quienes le dijeron que él no crecería más, ni sería más fuerte que el águila. Un Halcón sería un Halcón por siempre. El pequeño al saberlo fue volando a 100 km por hora fuera del nido y mejoró su velocidad, 110, 120, tenía que superar a todo mundo en velocidad sino podía en fuerza, así que se lanzó en picada contra el agua. 130, 140, ¡180! Era el ave más veloz, pero eso no le bastaba. Tendido sobre el agua y observando a la poderosa águila se quedó toda la noche sólo, deprimido.
Y así transcurrieron los días y el por más que intentaba ser fuerte no podía, alzaba rocas y las lanzaba con toda velocidad. Cada vez más pesadas, pero sólo logró lastimarse por alzar tanto peso. Luego intentó que los atemorizantes cuervos le enseñaran algo, pero sólo lo insultaron y lo persiguieron para sacarle los ojos. El cielo se oscureció pero no por la noche sino por los cuervos que perseguían al halcón. Sin embargo este fácilmente los esquivó, haciendo que chocaran incluso entre los árboles y uno que otro entre sí. Cuando menos se dio cuenta. Los cuervos eran como polluelos de halcón persiguiendo a uno ya maduro. Y éste terminó sintiéndose grande. Después de eso, regresó al nido y en pleno vuelo pensaba: Creo que no es tan malo ser halcón. Si fuera águila por más fuerte tantos cuervos me hubieran destrozado.

III.- ENCUENTRO CON EL REY

Al día siguiente el halcón se presentó con el águila, entrando al palacio en picada desde muy alto y cayendo en el lago real para así burlar a los guardias que custodiaban el palacio del rey águila. Al poner la mirada en el rey se puso en frente de él, los guardias cambiaron a postura de ataque y éste le disputó la corona en un duelo. El águila sorprendida le dijo. ¿Estás loco? ¿Cómo un pobre halcón vencerá a un águila? a lo que el halcón le respondió. En ese caso no tienes porque preocuparte. El Águila quien por algo tenía la corona le dijo. Te propongo algo mejor. Sé que intentarás hacer que te persiga o crearás alguna estrategia con tu supervelocidad, me enteré de lo sucedido con los cuervos, pero te ofrezco algo mejor. Reinar a estas aves no es fácil. Aún para mi. Te ofrezco seas uno de mis vizcondes. Tal vez con el tiempo de ascienda a conde, pero eso ya lo iré viendo. Ocupo aves como tú en mi reino. Los cuervos seguido nos atacan, y aunque somos mayoría y tenemos menos bajas, esas aves están locas, nos hacen un buen alboroto cuando se les da la gana, y más cuando se unen con los buitres y resto de aves carroñeras y busca-pleitos, si nos proteges de ellos, en el próximo año te subiré a conde.
El halcón no conforme le dijo. ¿Y que tal si lo hago hoy? ¿Si aterrorizo a todos los cuervos de una vez por todas me harás archiduque?
El Rey Águila dio la media vuelta ofendido por tal ofensa. Archiduque era el cargo más alto después del que tenía el rey, y lo poseía su primo el águila harpía.
Sin embargo al día siguiente. El Rey águila despertó con todas las parvadas de cuervos volando a su alrededor. ¿Pero que es esto? Se preguntó el águila. Entonce el halcón le respondió. He venido en son de paz. Los cuervos me nombraron como su rey y sólo vine a hacer un trato. Déjenos reinar tranquilo a lado de su reino y no habrá problemas. El águila no estaba contenta, su reino era de todas las a aves y el del halcón sólo de los cuervos, pero por temor a ser mutilado por tanto cuervo en su habitación le dijo que lo aceptaría. No sin antes hace runa pregunta ¿Cómo convenciste a mis guardias de entrar? Todos los cuervos venían en un regalo para usted. Una enorme caja llena de comida supuesta-mente. Debo de admitir que para ser muy escandalosos los cuervos supieron callar muy bien antes de salir. Al salir les comenté mis intenciones al archiduque y bueno, aquí estoy tratando diplomáticamente con usted y sin afán de agredir. Después de aceptar falsamente el trato despidió a sus compañeras y tenebrosas aves. Quienes habían sido enemigas por mucho tiempo. Y dudaba cambiaran de parecer.

IV.- LA GRAN BATALLA

Al día siguiente los cuervos fueron invadidos por todos los tipos de aves. Menos las águilas quienes cuidaban al águila rey. Y aunque contaban en ese momento con la vigilancia de las aves rapaces, no se comparaban en cantidad con el ejército del rey de todas las aves. Inclusive se sucitaba en medio acto una rebelión contra el rey Halcón por exponer a los cuervos y a sus aliados a tal carnicería. Por suerte este antes de ser ejecutado fue puesto a valoración al ver como llegaba el rey león junto con todos los animales terrestres dispuestos a defender a los carroñeros, pues el rey de la selva no estaba muy contento con la burla de las águilas. Además tenían presos dentro de un regalo a más aves. El águila intentó dar un regalo antes de la guerra pero este no fue abierto sino que su "caballito de troya" fue usado con fin de mantener aves como rehenes. Las aves no podían hacer mucho, pues los cuervos y toda sla saes rapaces estaban en tierra custodiadas por feoroces felinos y más animales, por lo que les costaba trabajo atacar y aunque tenían la ventaja del vuelo, ya no eran mayoría. Para mayor decepción del reinado del águila real, en un parpadeo, el Máximus el águila real, rey de todas las águilas reales, todas las especies de águilas y todas las especies de aves cayó sobre el suelo. Una piedra a 180km por hora le calló en un costado dejándolo inmóvil. A lo que el halcón dijo, la próxima será en la cabeza si no adivinan quien es más fuerte. Las águilas guardianes se dispusieron a atacarlo hasta que una gritó. ¡Miren arriba! Eran todos los halcones con piedras en sus patas, halcones grises, halcones mexicanos y por supuesto halcones peregrinos como quien los lideraba, siendo precisamente él quien llevaba la piedra más grande con sólo su pata derecha, después de todo, tanto entrenamiento cargando rocas pesadas le había ayudado en algo. Las águilas lo reconocieron como su nuevo rey, así como el resto de aves que defendían el castillo al ver que esa enorme piedra ahora estaba encima del archiduque quien reflejaba una mirada temerosa, no sólo porque tenía esa u muchas piedras encima de él, sino porque ya había escuchado los rugidos de tigres que saltaban sobre las murallas construidas para animales terrestres, aún así este quería conservar un cargo y lo reconoció como rey al instante siempre y cuando no se le delegara su puesto. El búho real quien tenía el cargo de duque muy sabio dijo como último intento desesperado. No has ganado. Pues ahora viene una gran cantidad de refuerzos de casuarios, águilas calvas y una cantidad inigualable de aves comandados por un águila imperial ibérica. Tal vez no se comparen con la fuerza de los tigres, pero te aseguro que la cantidad te asombrará (Todo era mentira) en eso escuchó los golpeteos de los elefantes que las tumbaban las murallas, sabía que los tigres pasarían más fácilmente una vez tumbadas las murallas y que los elefantes eran demasiado fuertes. Tenían la guerra perdida. Así que no les que´do más que pactar por conservar altos cargos y rendirse. Las águilas guardianes escoltando a los halcones que cuidaban de nuestro joven protagonista fueron a dar el aviso de retirada a las aves que atormentaban a los cuervos. El gran águila rey al despertar pudo presenciar la ceremonia de coronación para el halcón peregrino como nuevo rey de las aves y archiduque de todas las especies, algo que nunca logró por burlarse del león cada que podía en lugar de hacer un pacto, y pese a que el halcón reconocía los peligros de tener a los antiguos enemigos dentro del reinado se le concedió al águila real el título de vizconde. Al águila harpía se le concedió seguir siendo archiduque, pero se triplicó el número de nobles para tener más aves de confianza a su favor así como más medidas que me ahorraré de mencionar por amplias. En ese momento pasó el recuerdo sobre nuestro amigo el halcón, de la primera vez que vio al ave más poderosa. A lado de su huevo roto con su duro y puntiagudo pico. Y supo que de ahora en adelante, habrían muchos polluelos observándo al ave más poderosa y queriendo ser como esa ave. Abrían muchos polluelos observándolo a él. El rey de todas las aves.

FIN