Nada. El viento borró las verdades ocultas
y no quedó nada. Ni siquiera una pregunta,
un pequeño y vital soneto o una reflexión.
Tan solo una absoluta nada inmotivada,
un largo camino plagado de vanos ecos.
Y en ninguno de ellos resuena tu nombre.
Texto agregado el 02-08-2016, y leído por 173
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