El hotel de los espíritus.
La fiesta fue de lo mejor, los recién casados estaban felices, la familia y los amigos los acompañaban, hasta que al término de la misma… a disfrutar de su luna de miel.
El viaje no pudo haber sido mejor, el clima estaba especial para la playa y Miami era ideal para eso y los paseos, la compra de ropa en los shopping y para estar juntos como lo habían soñado.
Ana y Marcelo eran unos muchachos muy jóvenes que estudiaban aún pero eso de ir a vivir juntos sin casarse no les estaba permitido por ninguna de las dos familias que eran bastante chapados a la antigua, por eso el matrimonio era la única salida.
Ya de regreso al apartamento que habían alquilado, una carta llamó la atención de Ana que pensaba que la misma no debería ser para ellos ya que eran nuevos en el barrio y nadie los conocía y la familia y los amigos si quisiera algo les llamaría por el celular que era más práctico que una carta y más eficaz.
Se dispuso a leerle la carta a su marido que también estaba asombrado al ver el sobre que decía lo siguiente:
___Sr. Marcelo Aguirre y Sra.
Por la presente quiero hacerles llegar mis felicitaciones por vuestro casamiento, sé que ustedes no me conocen por eso voy a presentarme, mi nombre es Renato Salvatore, soy abogado y resido en la ciudad de Londres, Inglaterra.
Mi cliente el Sr. Eugenio Horner me ha pedido que les escriba para pedirles que tengan a bien pasar por su oficina en Montevideo donde se les entregará la llave de un hotel aquí en Londres que según el testamento de su abuelo, el Sr Martín Horner, recientemente fallecido, les pertenece. No ha querido decirme nada más por lo mismo les ruego que sigan mis instrucciones y vayan lo antes posible a la Calle Uruguay 1726 y preséntense los dos que ellos sabrán darles más información.
Les aconsejo que ni lo piensen y acudan lo antes posible con sus documentos que allí les darán todas las explicaciones que deseen.
Los saluda muy atte. Renato Salvatore.
La pareja no podía creer lo que decía la carta, al principio pensaron que sería una broma de sus amigos pero luego de preguntar, todos les dijeron que no, que jamás se les hubiera ocurrido una broma como esa.
Al fin lo pensaron mejor y fueron a hablar con los padres de Marcelo.
Y algo ocurrió, la cara de los padres cambió por completo, Marcelo al verlos pensó que algo muy raro estaba sucediendo.
Y la madre habló así:
___Mi querido Marcelo, creo que ha llegado la hora de que tengamos una conversación, la cual hemos estado posponiendo demasiado tiempo.
___¿Qué pasa mamá?
___Mira Marcelo, tú sabes que eres nuestro único hijo pero lo que no sabes y me duele mucho decírtelo es que nosotros no pudimos tener hijos y es por eso que te adoptamos y te trajimos a casa desde el día que naciste.
___¿---¿ No entiendo nada mamá … ¿Quieres decir que todos estos años me mintieron?
___Es difícil de decir, para nosotros fuiste, eres y serás siempre nuestro hijo al cual amamos más quizá que si lo fueras, por eso tienes nuestro apellido.
___No lo puedo creer pero díganme ¿Quiénes son mis verdaderos padres? ¿Dónde están y qué tiene que ver esta carta conmigo?
___Te entendemos hijo pero son muchas preguntas a la vez, danos tiempo y te responderemos todas.
Ahora fue el turno del padre y habló de esta manera:
___Marcelo, nunca quisimos mentirte y siempre buscábamos el momento ideal para que lo supieras pero para tu madre ese día nunca llegaba. Voy a contarte algo que no sabes, cuando nos casamos queríamos tener hijos pero eso no fue posible y entonces viajamos a Inglaterra a consultar un médico que nos habían recomendado y allí luego de varios exámenes nos dijo que era imposible que pudiéramos tener hijos propios pero que si queríamos adoptar él estaba dispuesto a conseguir en poco tiempo un niño recién nacido y con los papeles a nuestro nombre y luego de pensarlo mucho decidimos aceptar la propuesta.
Te cuento que tu verdadera madre murió al dar a luz y a tu padre verdadero no le permitieron quedarse contigo, era un hombre joven y no podía cuidarte, tu abuelo era un hombre muy poderoso y decidió, abogado mediante darte en adopción sin que su hijo supiera a quién ni a dónde te llevarían.
Hace unos días recibimos una carta de tu abuelo donde nos decía que estaba muy enfermo y que lamentaba lo que había hecho, no tenía más nietos ya que tu padre no se volvió a casar y que para reparar en algo sus malas acciones para contigo y con tu padre, decidió contarle a su hijo dónde estabas.
Tu padre nos escribió hace unos días diciéndonos que su padre había muerto y que él te mandaba la fotocopia de su testamento para que recibieras lo tuyo, lo que legalmente te corresponde, no te lo habíamos dicho debido al casamiento, no queríamos arruinarte ese hermoso acontecimiento pero ahora es hora de que sepas toda la verdad como te la estoy contando.
___No sé qué decir… No me importa ese testamento, siempre voy a ser hijo de ustedes…
___Ya lo sé, de eso no tengas duda pero es mejor que te enteres de lo que es y veas si lo aceptas o no.
Marcelo y Ana aún estaban desconcertados, Marcelo tenía que asumir que sus padres no lo eran y él los quería demasiado para aceptarlo pero también era práctico y si su abuelo le había dejado algo en el testamento, habría que ver si era algo para bien o no.
Esa misma tarde el flamante matrimonio se presentó en la calle Uruguay a las oficinas de los abogados tal cual le habían indicado en la carta.
Allí, una señora alta y muy elegante les hizo pasar.
___Mi nombre es Andrea Ferrari soy abogada y represento aquí en Uruguay al Sr. Horner y a su familia. De acuerdo a la carta que he recibido, usted es el Sr. Marcelo Aguirre y es nieto, aunque no lleve el mismo apellido del Sr Martín Horner.
___Así es, me acabo de enterar de que mis padres verdaderos no son los que me criaron…
___Es cierto pero eso lo podrá conversar con mi cliente el Sr Eugenio Horner en Inglaterra…
___Eso es imposible, no puedo viajar, es decir… Inglaterra está muy lejos y trabajo y estudio…
___No tiene que preocuparse por nada, de momento sé que está de vacaciones y por el trabajo no creo que tenga problema con una carta nuestra.
___Déjeme pensarlo y le contesto lo antes posible.
Esa noche, Ana y Marcelo mantuvieron una larga conversación, luego de los acontecimientos del día, ninguno de los dos podía dormir.
A la mañana siguiente tenían todo resuelto, Marcelo viajaría a conocer a su verdadero padre y a enterarse de los pormenores del testamento al cual no creía ser merecedor ya que no llevaba el apellido de la familia Horner.
Volvió al despacho de la abogada y le dijo que estaba dispuesto a viajar, a lo que ella le contestó que su esposa también estaba invitada y que lo tomaran como la extensión de la luna de miel ya que tendrían los pasajes y la estadía cubierta, se alojarían en uno de los hoteles de la familia Horner por disposición de su padre.
Luego de avisar en sus respectivos trabajos, los jóvenes partieron hacia Inglaterra, país que no conocían pero que al haber estudiado en un colegio inglés, el idioma les era familiar.
La entrevista con su verdadero padre fue muy agradable, conversaron como viejos amigos, sin rencores ya que ninguno se conocía pero no por voluntad propia.
El padre de Marcelo resultó ser una persona muy amable aunque se notaba que no tenía mucho carácter, que había sido dominado por su padre toda la vida.
Marcelo se enteró de la vida de su verdadera familia y fue presentado a los demás miembros de la misma, lo mismo que Ana.
Y llegó el momento de saber qué decía el testamento, el abuelo había sido muy claro en él, un hotel en el campo, en una pequeña ciudad cercana a Londres y todo lo que tenía dentro de él, era lo que heredaría Marcelo con la condición de que él y su esposa se mudaran a dicho hotel.
Marcelo no estaba muy seguro de querer mudarse pero luego de conversarlo mucho pensó que si el hotel estaba en buenas condiciones sería un negocio maravilloso para ellos.
Marcelo, su esposa y Eugenio partieron esa misma tarde hacia el hotel y la sorpresa de los muchachos fue mayúscula, no era solamente un hotel lo que estaban viendo, era un castillo convertido en hotel, enorme, con cocheras y piscinas y jardines muy británicos.
Marcelo no salía de su asombro, estaba fascinado igual que Ana mientras recorrían las enormes y encantadoras habitaciones del hotel que tenía por nombre… “El hotel de los espíritus”, nombre que le pareció muy raro pero que su padre le hizo entender que en Inglaterra todo lo que sea espiritual tiene muchos seguidores, allí los fantasmas estaban siempre de moda y por tal razón el nombre era muy sugestivo para los huéspedes que cada noche esperaban ser visitados por alguno de dichos espíritus.
Todo pasó tan rápido que al mes ya estaban viviendo en el hermoso hotel y los padres de Marcelo también ya que decidieron viajar con ellos. Inglaterra había sido su hogar por algún tiempo y les agradaba.
Los padres de Marcelo y el Sr. Eugenio conversaban mucho sobre la infancia de su hijo, de sus estudios que ahora continuaba en Londres. Pocas materias le faltaban a Marcelo para recibirse de médico, siempre había sido muy estudioso, Ana prefirió dejar sus estudios de maestra para dedicarse por completo al hotel.
El hotel estaba lleno, personas adineradas de todas partes del mundo pasaban sus vacaciones allí.
Ana llevaba el control de todo, era excelente en ese trabajo, todos dependían de ella y Marcelo estaba encantado con el giro que había dado sus vidas en tan poco tiempo.
Una noche de mucha niebla y fría, alguien tocó timbre en el hotel que a esa hora mantenía sus puertas cerradas.
El portero abrió la puerta e hizo pasar a la pareja de ancianos que llegaron en un auto y estaban ansiosos de registrarse y poder acostarse ya que habían viajado muchos kilómetros y estaban muy cansados.
El gerente los acomodó en una habitación muy confortable cuyas camas tenían mantas térmicas y enormes acolchados de plumas.
La pareja hacía años que venía al hotel y eran personas muy queridas por todo el personal que los trataba como a reyes, de más está decir que las propinas eran exuberantes.
Al día siguiente, todos esperaban impacientes a que estos amables ancianos bajaran a desayunar pero al ver que cerca del mediodía no lo hacían, Marcelo en persona golpeó la puerta de la habitación y al no recibir respuesta él mismo trajo la llave y la abrió.
Lo que encontraron los llenó de pavor, sobre la cama tendida aún, se encontraba la anciana cuyo rostro reflejaba el horror de algo que le provocó la muerte.
En el piso sobre la alfombra, el cadáver del anciano, boca arriba y con sus dos manos tocándose el corazón, también él mostraba pánico en su rostro.
Marcelo llamó de inmediato al médico del hotel quien les diagnosticó ataque al corazón a los dos.
En menos de quince minutos, la policía llegaba al hotel, examinaba a los ancianos y conversaba con el médico.
Algo había asustado tanto a estas personas que debido a su edad, no lo resistieron.
Marcelo no lo podía creer, eso no estaba bien, nadie debía morir en un hotel al que fue a descansar y mucho menos dos personas que estaban juntas, era demasiado inverosímil.
Y de ahí en más, las cosas se fueron complicando para la pareja, la gente venía menos al hotel, las personas que aún estaban cancelaban su cuenta y se marchaban.
El negocio parecía embrujado, Ana y Marcelo ya ni dormían y decidieron ir a hablar con el Sr. Horner , éste los recibió diciéndoles que le parecía raro que aún no hubieran tenido contratiempos importantes con el hotel.
Marcelo le preguntó por qué le decía eso a lo que el hombre le contestó, ese hotel es como su nombre lo dice el “hotel de los espíritus” y ellos vagan en las noches asustando a las personas.
Lamento decirle que no creo en los espíritus, más le temo a los vivos.
Cuando tengas muchos años te vas a dar cuenta de que los espíritus son parte de nosotros y que se niegan a marcharse igual que nosotros nos negamos a morir.
Luego de una larga conversación Marcelo y su esposa abandonaron la casa del Sr. Horner .
Se encontraban muy desconcertados, jamás habían tenido que manejar un hotel y este se les iba de las manos.
Las noches eran interminables, todos se quejaban de los ruidos y de las sombras que pasaban por las habitaciones, hasta que Marcelo que era un muchacho muy inteligente decidió hablar con la policía.
El señor Richard Emerson, comisario retirado pero que aún daba una mano a la gente de la policía con casos raros los recibió a pedido de uno de los jóvenes policías que habían ido al hotel cuando murió la pareja de ancianos.
___Le agradezco mucho que me reciba, dijo Marcelo, primeramente le diré que lo que está ocurriendo en nuestro hotel es muy extraño, no creo en fantasmas pero hasta yo creo haber visto uno un par de veces, mi esposa ha envejecido estos días debido al stress y yo quiero aclarar esto lo antes posible.
___Estoy completamente de acuerdo con usted, en esto de los espíritus, siempre hay algún “vivo” entre medio y en este caso lo creo así. Desearía que me contara con lujo de detalles cómo es que usted pasó a ser el propietario del hotel del Sr Horner.
Así fue que Marcelo le contó al comisario todo lo referente al testamento y cómo fue el llegar a ser dueño de dicho hotel.
El hombre le pidió que dejara todo en sus manos que haría lo imposible para averiguar qué era lo que sucedía en el bendito hotel.
El comisario se instaló en el hotel a pedido de Marcelo y sin que nadie supiera quién era se hizo pasar por un turista americano que venía a pasar sus vacaciones allí debido a lo original de su nombre.
Las demás personas que aún estaban en el hotel le creyeron y así pudo enterarse de quienes eran todos ellos incluso el personal del hotel.
Esa fue una noche muy larga, las personas cerraban las puertas de sus habitaciones para no volver a salir hasta el día siguiente pero los ruidos de gritos y muebles que parecían moverse, eran tan fuertes que no los dejaban dormir y hasta los amantes de los espíritus sentían temor.
Debo decir que el hotel, al ser hecho en un enorme castillo, tenía un sótano muy grande donde aún había lugares donde nadie iba, oscuros, sin luz eléctrica donde había que llevar faroles para poder recorrerlos. El comisario, con permiso de Marcelo, los recorrió encontrando algunas cosas que le llamó la atención como ser una cama, algunas cadenas y muchos muebles viejos, se notaba que alguien había usado esa cama recientemente ya que en el sótano no había por qué tener una cama hecha ,allí no era un lugar muy apropiado para pernoctar.
Todo era muy sospechoso, alguien quería que Marcelo y Ana se fueran del hotel y había que averiguar quién era y esa era la tarea del comisario.
Lo primero que hizo fue averiguar quién era el beneficiario, si Marcelo dejaba el hotel quién se quedaría con él.
Pero primero había que averiguar quién estaba armando ese teatro para que todos creyeran que había fantasmas o espíritus malignos en el hotel y ese fue un trabajo fácil para el comisario, una noche siguió el ruido de los muebles y como pensaba, venían del sótano y allí se descubrió el misterio, un hombre los estaba provocando, el comisario llamó al policía que esperaba en una habitación del hotel y entre los dos sorprendieron al extraño.
Lo esposaron y se lo llevaron sin que nadie supiera, Marcelo estaba durmiendo y no quisieron despertarlo, había pasado muchas noches en vela y necesitaba descansar.
Ya en la comisaría el hombre declaró que le habían pagado para que hiciera eso, que la persona que lo hizo le había hecho el encargo mandándole quinientos dólares y diciéndole que entrara sin ser visto haciéndose pasar por un huésped más y como no tenía que hacer más que ruido, no pensó que hacía nada malo.
Al día siguiente, Marcelo y Ana se dirigen a la comisaría para hablar con el extraño.
Era un hombre de unos treinta años, de buen aspecto y modales que decidió contarles todo a la pareja.
___Cuando me contrataron para el trabajo, no imaginé las consecuencias del mismo, pensaba que era una broma, nada más, jamás creí que alguien moriría como me lo acaba de decir el comisario, debido al susto, no puedo decirles quién me contrató, me mandaron el dinero por correo y como soy actor, me pareció bien el procedimiento.
Marcelo hablando con el comisario le dice:
___Parece que estamos en lo mismo, no sabemos quién le pagó al actor pero por lo menos no va a volver a ocurrir, tendré que hablar con los huéspedes y que quede todo aclarado.
___Me imagino que así será pero de cualquier manera debemos averiguar quién quiere que usted se vaya o lo siguiente puede ser peor.
___Le doy toda la razón y lo dejo en sus manos.
___Muchas gracias lo haré con mucho gusto.
El comisario tuvo que mover muchas cuerdas hasta llegar al promotor de todo aquello pero su experiencia le decía que el culpable siempre vuelve y con mucha paciencia esperó…
Una semana después, otro hombre fue encontrado en el sótano pero esta vez el comisario lo estaba esperando.
Ya en la comisaría el verdadero culpable se escondía bajo unos lentes de sol a pesar de que el sol brillaba por la ausencia.
Marcelo nuevamente fue llamado a la comisaría y al fin se develó el secreto, en una silla del despacho se encontraba sentado esperando… el padre de Marcelo!
___¿Qué hace mi padre acá? Preguntó el joven.
La mirada perdida del padre le dijo todo, el hombre había ideado aquello para que su hijo dejara Inglaterra y volviera con él y su esposa a Montevideo, al principio pensó adaptarse pero con el correr de los días vio que nada le agradaba del lugar y sobre todo el clima y como quería tanto a su hijo adoptivo y no quería tenerlo lejos, pensó que lo mejor era que se desilusionara del hotel y quisiera volver a su vida de antes.
Luego de las explicaciones el caso pasaría a la justicia para saber el resultado del juicio que se le haría al padre adoptivo de Marcelo que aún no podía creer lo que estaba ocurriendo.
A los pocos meses, libre al fin el Sr. Aguirre, vuelve a Montevideo con su esposa dejando a Marcelo en su hotel pero con la promesa de que los visitaría seguido y pidiéndole perdón por lo que había hecho.
Con lágrimas en los ojos los despide Marcelo con la seguridad que sus padres lo querían de verdad y que para ellos jamás fue un hijo adoptivo sino uno propio al que criaron y amaron como tal.
La vida volvía a la normalidad, luego de aclarados los hechos, Marcelo y Ana volvieron al hotel para continuar con la vida que habían elegido pero esa noche, unas voces se oyeron en el cuarto de Marcelo, el frío era imposible de soportar pero esta vez, volvió a la cama, se acurrucó junto a su esposa y decidió que si los espíritus estaban desde siempre, quién era él para echarlos?
Omenia.
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