Si el Domingo,
si este Domingo en particular
te ha derribado, te levantas,
mas sus sombras no son nada
bajo el peso que en tu pecho ha explotado,
Enciérrate en vos mismo si prefieres,
ahógate a propósito en tus llantos,
pero, ¡vamos!, te lo dice un derrocado,
la mirada en marcha al cielo
me ha salvado,
Erguido en espíritu
y con la frente en alto,
ha de crecer tu orgullo
aunque mueras al intentarlo,
mas extínguete de repente,
como león y no gusano,
mas se vive más un día libre
que en una vida incrustado
Si el Domingo,
si este Domingo en particular
te trae de las narices,
lo abofeteas veinte veces,
cien veces, infinitas veces,
le escupes tus miserias
y lo reduces con tu altura
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