Hoy decido atreverme
Giro la manivela para que fluyan mis pensamientos
Por el grifo que la contiene, y así salga a la luz
Mi yo interior, desconocido

Hoy decido atreverme
Escapar de esta trampa que agobia mis días
Desgarrar la corteza de miedo
Que lograron inculcarme con su costado maligno.

Hoy decido atreverme, busco
En cada arista, vértice y lado de mi alma
La respuesta necesaria para descartar mi lado superficial,
Mi miedo, y dirigirme, al fin, hacia ti.

Hoy decido atreverme, escucho
Tu melodía maternal, enternecedora, me conduce al mas allá
Pero, de pronto, tu voz es avasallada por la tonada más agresiva
La tonada de los maniquíes sin rostro, que te sedujeron cruelmente

Hoy decido atreverme, mantengo mi rumbo fijo
Peleando contra el viento, que desea desviarme
Llego a mi rumbo, me encuentro con una legión de extranjeros carentes de alma y mente, como yo
(No estaba al tanto de que los maniquíes habían tenido tantos “logros”).

Hoy decido atreverme, desciendo miedoso como un novato
El agrio néctar del miedo penetra sobre mis tobillos
Comienzo a buscarte, mis esperanzas se engrosan

Hoy decido atreverme, espero paciente
De repente un agudo sonido me distrae
Mis ojos comienzan su apertura contra mi voluntad
Sobre mi lado izquierdo una escandalosa luz penetra
Y culmina con mi siesta

Hoy, al fin decidí atreverme
Y acabo de construirme una respuesta
Este falso sueño robó mi ilusión,
La ilusión de volver a tenerte a mi lado