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Un asesino en serie
Cuando descubrieron, medio escondida entre las ramas del parque, a la primera víctima, una joven brutalmente degollada, y con claras señales en todo el cuerpo de haberse enseñado con ella, antes de que muriera, todos los habitantes de aquella pequeña y pacifica población, se quedaron enormemente impresionados por el suceso, nadie recordaba un hecho parecido, era la primera vez en que se enfrentaban ante la realidad de un brutal asesinato como aquel, que de inmediato empezaron a investigar las fuerzas vivas.
Todos estaban muy afectados y no acertaban a imaginarse, quién podía haber sido el autor de tan horrible crimen, y ni por lo más remoto se plantearon, que no iba a ser un suceso aislado, sino el primero de otros posteriores.
Pero para su desgracia, así fue, no habían pasado ni dos semanas, cuando aparecieron detrás de la iglesia, otras dos víctimas asesinadas, en lo mejor de sus vidas y esta vez no estaban escondidas, estaban tumbadas, de mala manera, en medio del camino del molino y como a la primera, les habían degollado bestialmente, a una de ellas, le colgaba la cabeza, a la que le faltaba un ojo, unida al cuerpo solo por unas tiras de piel, y la otra que estaba encogida en una postura inverosímil, tenía todas las vísceras desparramadas por el suelo, era fácil comprender, viendo los cadáveres, lo que debían haber sufrido antes de morir, las pobres que eran de edad muy semejante, para su desgracia, el asesino no las había permitido llegar a la edad adulta.
La escena del crimen; además de horrible, era impresionante, pues demostraba palpablemente que el asesino, no solo se había limitado a quitarles la vida, sino que parecía haberse divertido antes de matarles, infringiéndoles cortes y heridas; todos los que tuvieron la desgracia de ver la escena quedaron profundamente impresionados.
Con este segundo doble asesinato, cundió la alarma, y es cuando se percataron de que no se trataba, como al principio pensaban, de un hecho aislado, sino que se las tenían que ver con un asesino en serie, quedando espantados ante la situación, porque el que mas y el que menos sabía por otros casos conocidos, que ese tipo de malhechores, además de sanguinarios son muy astutos y muy difíciles de capturar.
Ese mismo día, todos los vecinos se reunieron en el Ayuntamiento convocados por el alcalde, para tratar de decidir cómo resolver el horrible suceso lo antes posible y como fuera; aunque se vieran obligados a tomar medidas al margen de la autoridad competente, hubo opiniones de todo tipo, desde los que echaban la culpa a la falta de seguridad, y a la inoperancia de sus regidores, los que culpaban a la relajación de las formas de vida actuales que producían falta de control, y algunos que no analizaban y solo abogaban por buscar al culpable, y tomarse la justicia por su mano.
Pero, como en muchas otras ocasiones ocurre, todo quedo en nada, y no consiguieron poner en marcha ninguna medida especial para tratar de encontrar al criminal, quedando al final solo la gestión de investigación oficial que se había creado desde el principio.
Y aunque los hechos habían sido horribles, como pasaron unas semanas sin que hubiera una nueva desgracia, el pueblo se fue relajando, y aunque no olvidaban, si estaban expectantes, con la esperanza de que los crímenes hubieran terminado.
Pero por desgracia, se equivocaban y cuando aparece un asesino de ese tipo, le toma gusto a la sangre, y ya no para, así que una mañana, encontraron en el camino de la era, otras tres víctimas, algo mas jóvenes que las anteriores, con las que el asesino aun se había enseñado mas, estaban prácticamente desmembradas, incluso les faltaban grandes trozos de los cuerpos que apenas sangraban, era como si les hubieran sorbido la sangre después de matarles, la escena, era solo tolerable, para estómagos fuertes, el panadero, que las descubrió estuvo vomitando todo el día por la fuerte impresión que le produjo la masacre.
Esta vez sí hubo una reacción unánime en los hombres del pueblo, creándose de inmediato unos grupos armados, que empezaron esa misma noche a patrullar por las calles, los campos y los caminos, dispuestos a ajusticiar violentamente al bestial asesino que les tenia acobardados.
Y paso una semana, y otra y otra más, en las que no consiguieron ver a ningún sospechoso; estaban como al principio y muy alarmados ante la posibilidad, de que el vil asesino hubiera decidido continuar sus fechorías en otro lugar y pudieran quedar impunes las horribles muertes, hasta que una noche, al concejal de fiestas que patrullaba en el camino del cementerio, le pareció ver una sombra, que se acercaba sigilosamente aprovechando las sombras de los arboles, la tensión casi le paralizo el corazón, se quedo muy quieto con el arma a punto pero sin casi respirar, bien por el miedo de no saber con lo que se podía enfrentar o por la tensión del momento.
Y así pasaron unos largos minutos, hasta que de pronto dejo de ver la sombra que le había llamado la atención, dudando si es que sus nervios le habían gastado una mala pasada, y no había nada, pero siguió acurrucado en la esquina en la que estaba escondido muy callado, hasta que súbitamente, empezó a oír un ligero ruido, como si alguien se arrastrara sigilosamente, no podía ver nada era una noche muy oscura y nubosa, pero a pesar de todo, estaba seguro de que no se equivocaba, alguien se acercaba lentamente, solo tenía que esperar un momento más hasta que saliera de las sombras, pasados unos instantes se decidió a asomarse ligeramente, coincidiendo por suerte con que las nubes habían liberado parcialmente la luna.
Y allí le vio, no se puso nervioso y no dudo ni un segundo, era el momento, se encaro la escopeta y disparo casi a bocajarro los dos cartuchos en la cabeza del enorme y lustroso zorro que le miraba desconcertado desde el camino.
Por fin y por fortuna habían conseguido terminar con el maldito asesino en serie, y aunque el pueblo entero oyó los dos tiros, no empezaron a darse cuenta de que el problema había terminado hasta que al día siguiente vieron al antes precioso zorro colgado en la fuente de la plaza.
Se habían terminado por fortuna los asesinatos de las jóvenes gallinas que habían tenido al pueblo tan en vilo.
Fernando Mateo Enero 2106

Texto agregado el 23-07-2016, y leído por 108 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
24-07-2016 Muy bueno! 5* grilo
23-07-2016 Excelente!!! Mantiene el suspenso hasta el final y confío en que nadie lo adelante en sus comentarios, tal como algunos suelen hacer. MujerDiosa
23-07-2016 MUY BUENO...al final se devela la realidad de los asesinatos. FELICITACIONES. 5* dfabro
 
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