Regreso del cielo sin una mirada tibia, entre nubes veía diminutos rayos de sol, no era de noche, estaba el cielo sin llorar hace mucho, quise cruzar esas lagrimas y ser arrebatado de la tierra por el sol.

Caer de la esperanza a este lago solitario, me hace recordar que sabia que no debía volar, pero quería sobrevivir al amor y las alas obedecen a ese instinto .

El cielo no llora, le pedí que no me regresara mis plegarias, en las sombras me recosté nuevamente , mirando el lago para ver quien llega primero, la muerte o el sol que me llama a otro amor.

Solo debo estar atento a que las sombras no sean de las promesas, de ser así, no puedo aguardar ahí, cuando deje que mis plegaria nuevamente vengan hacia mi, se que la esperanza aparecerá de nuevo.