Yo le ame con pasión sin engaño y abrace su ilusión sin medidas, me esforcé para hacerlo feliz. Mientras él vivía ha escondidas se quemó la ilusión en su cuerpo, impulsando al mío al olvido. Me deje envenenar sin remedios así fue que el amor se moría. En el mundo nada es más hermoso que el amor cuando es grande y honroso. Si los sueños son fantasías yo viví dentro de ella mi vida, pero aun sin saber yo lo siento en el cauce de mi corazón lento. Va quedándose sin fuerza debilitado, sin su presencia hoy muere, este adiós ha volteado los días y las horas que a pleno vivimos. Me despido temblando de pena en el tiempo que duro este amor revolcó la ilusión en nuestro nido… Alessandrini María del Rosario.
Texto agregado el 15-07-2016, y leído por 273 visitantes. (6 votos)