La vida es dura y lo sabes, amigo mío. Mientras vas y vienes, llantos y risas se entrelazan en un juego macabro. El amor es tan intenso como el desengaño.
Te lo digo yo, que sé de estas cosas. Me lo dijo un día, al oído muy suave, ardiente, como palabras melosas, caliente, como la sangre que corría por mis venas.
Pensé que me amaba, que sería para siempre, pensé y pensé y de tanto pensar me vino una jaqueca terrible, no podía dormir, el dolor y sus palabras rondaban por mi cabeza.
La vida es dura y lo sabes, ya que te lo dijo mi madre que era muy buena, tanto como un sol. ¿Cómo? ¿Me dices que está muerta? ¿Y que ya no vive conmigo? Que tonto soy, lo había olvidado.
¿Lo ves? la vida es dura y lo sé, por ejemplo, mi abuela murió ayer y ni tengo idea que enfermedad se la llevo a la tumba, ahora está con Dios. ¿Qué si Dios existe? Supongo que si, por lo menos mi papa le rezaba cada noche antes de irse a la cama.
Así es querido amigo, la vida es dura. Por lo menos al igual que mi antigua novia. ¡Es que era muy celosa! hablaba con otra chica y el juicio se le nublaba y su rostro se tornaba de un rojo tomate que daba espanto.
La vida es dura, dura como piedra, como tu cabeza. Eres demasiado tozudo, te digo algo y tú dale que las gallinas mean. Eres al revés, te gusta llevar la contra y lo haces para fastidiarme. Te lo advierto, sigues con esa actitud y sufrirás las consecuencias.
Por eso me gusta estar en soledad, yo, mi sombra y las estrellas, nadie más.
Querido y obtuso amigo, la vida es dura, más de lo que jamás has imaginado. La vida es dura, si dura, como una piedra y tu cabeza. |