Luchar para encontrar una bella fotografía de la naturaleza, que sabía se queja del poder del ser humano, pero que su natural sinfónica nos ama aunque preservemos su aislado movimiento en la tierra, que también es natural, bella sensual y agradecida.
Los seres parlantes no sabemos agradecer, somos orgullosos, mentirosos y tomamos todo sin pedir ni respetar. Por eso la luna me hablo anoche cuando se coló en mi cama, me sedujo lo que me susurró.
Hoy despierta me miro al espejo y me veo estrella, luna, árbol, sol y ser humano.
Quiero volar, quiero nadar, e ir a la profundidad del infinito mar, recrearme con sus peces grandes, chicos y hermosos, sus corales, sus almejas.
Quiero ver las montañas cuando amanece... pero allí, en la cima junto al sol.
Quiero desnudarme frente al mundo como un ser más de la naturaleza, porque es así, todos podemos hacerlo, porque nacimos desnudos y andaremos desnudos por la vida. Aunque unas blancas o coloridas telas nos tapen aquello que Dios diseño para nosotros.
Quiero hacer un viaje al fin del mundo, ver, leer, tener tiempo para vivir aventuras radicales.
Quiero ser súper mujer que anda volando sin alas, desandando nidos, armando escándalos, salvando vidas o creándolas. Pero el príncipe de la ley dice que no puedo. Que la ley debe ser respetada.
Me parece que sí, pero también mis derechos tienen que ser respetados y permitidos,
Amigos míos, los invito a todos a navegar el ancho mar, a volar al confín del universo, a ser un pájaro, una pantera, un delfín, un hombre o mujer o niño, digo abuelo, todo se puede, todo está permitido...
Arrasemos con la verde naturaleza con amor, el mundo es de los valientes, allí nos vamos preparados todos. Para disfrutar la vida.
¡Fiuuuuuuuuuuuu...!
Ya suena el silbato de salida vamos…
Alessandrini María del Rosario. |