Desde pequeño supe que algo andaba mal; no sabía exactamente qué era, pero sentía la oscuridad muy adentro de mi alma y veía televisión, lo hacía una y otra vez, repetía la acción y me preguntaba qué era realmente lo que pasaba, ¿por qué mi alma se entristecía al ver televisión? Ahora lo pienso y sé que no hay explicación, pero lo que sí sé es que la televisión miente, miente porque vive imaginando mundos que no corresponden a la realidad, y seguirá mintiendo hasta cuando la humanidad reaccione y se dé cuenta de esto.
Por simple inercia el hombre descubre qué es lo que le hace daño, qué le hace mal y para eso se crearon las normas, pero tengo muchos problemas con ellas ¿dónde están escritas? Y con la revolución del internet, ya no sé cuáles son las normas que debo seguir. Las normas de la humanidad han omitido lo más importante (la muerte), el momento más trascendental de todo ser humano, por eso prefiero rechazarlas un poco, pues no me sacan de la prisión en la que habito. Todo pasa, el tiempo pasa y el futuro siempre será el mismo, el resultado de los esfuerzos de todos nuestros ancestros; ese legado es terrorífico, hace referencia a unas generaciones poco lúcidas y siento que es mi deber hacerle entender al mundo esto, y que pase el tiempo hasta que entiendan.
Todo es muy extraño, y es que después de muchos milenios de habitar la Tierra, todavía no la conocemos, aún no sabemos muy bien qué hay debajo del mar, ni conocemos la luna, ni Marte etc. Nunca nos sentiremos cómodos en el orbe, siempre sentiremos que pertenecemos a otro lugar, a otro mundo. Eso sólo lo podemos hacer en la imaginación, más allá de eso, deberíamos atenernos con total plenitud a los designios que la realidad ha dispuesto para cada uno de nosotros.
En cualquier lugar del orbe, en cualquier sitio, siempre sentiremos un vacío, un silencio, es el silencio de lo que nos iba a salvar, pero esos silencios son reemplazados por nuevos sonidos que nos rescatan; la música, entre otras cosas, nos puede salvar un poco, los nuevos sonidos de la humanidad nos salvan, aunque por unos pocos minutos mientras escuchamos las canciones; eso es salvación, y cada día debemos hacer el esfuerzo por salvarnos, por salvarnos de la mejor manera posible para que al otro día estemos listos para recibir una salvación mayor, hasta poder recibir toda la salvación, poder salir de la trampa de la vida.
No hay nadie que pueda solucionar nuestros problemas, los rostros nos indican que cada uno tiene que intentar solucionar los problemas de manera individual; veo los rostros y sé que así es, nadie tiene la llave para abrir la puerta que necesito abrir, o quizás una o dos personas podrán ayudarme, o quizás diez o veinte personas, pero todos no; los rostros parecen darse la vuelta como diciéndome que no están autorizados para solucionar un problema. Siempre hay que solucionar los problemas. |