Hay lagrimas en el roció
que cubre esta noche,
ya se estremecen los techos
y los murciélagos enmudecen,
el frío se potencia en mas frío
en una comunidad sin reparo,
como mi resignación aplastada
sobre un pueblo resignado
Ni los perros asoman su helado hocico
ante tal desolado paisaje,
ni la luna se deja ver tanto,
pero el viento sí que sopla,
aletargando el paso de las almas en pena,
que yacen bien muertas
dentro de cuerpos muy vivos
Mientras la escarcha
reina en los pastizales,
dentro de los hogares
reina la ansiedad,
de encontrar el deterioro
de la olvidada paz mental,
que nace y enceguece
no más que el big bang
Y tus ojos se quieren cristalizar,
me atrevería a decir que quisieran llorar,
mas tu visión y la mía marchan a la par
porque mi mirada siempre en la tuya esta,
y tanta muerte ya agota
y tanto vacío ya no puede enseñar,
a despertar con anhelo
y respirar con contento,
a imaginar otra vida,
otra, que no quiere llegar
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